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Una investigación desvela los secretos de la infancia de Pablo Iglesias

Pablo Iglesias, fundador del PSOE y la UGT, se llevó a la tumba un secreto íntimo, familiar, cuyos detalles desveló ayer en Ferrol el historiador José Antonio Durán 'porque ayudan a entender la profunda envergadura del personaje'. Pablo Iglesias siempre limitó los comentarios sobre su padre al hecho de que 'murió muy joven, y al morir vinimos a Madrid los dos hermanos que éramos y mi madre. Aquí nos metieron en el hospicio, donde yo me hice tipógrafo, y él, zapatero'. Ésta es la verdad histórica mil veces reiterada por sus biógrafos. Pero no era la verdad.

Al hilo de una investigación encargada por el Ayuntamiento ferrolano sobre Pablo Iglesias y los pablistas gallegos, José Antonio Durán ha llegado a otras evidencias biográficas. Los padres, Pedro Iglesias y Juana Posse, se casaron en Ourense; él era músico militar, y ella, una mujer guapa y analfabeta. Luego se instalaron en Ferrol, donde el militar obtiene la plaza de 'clarín de la villa', y tuvieron tres hijos. Pablo Iglesias nunca habló de su hermana Elisa, la mayor, que muere a causa de la peste que asuela España en 1854. La desgracia desequilibra al padre, a quien el alcohol o la sífilis, o ambas cosas, convierten en loco irreversible y violento, hasta el punto de que tienen que encerrarlo en la cárcel -único hospital entonces para los pacientes violentos- y, como consecuencia, la miseria se ceba en la familia, que va saltando de casa en casa hasta acabar avecindada en el barrio chino: Juana trata de salir adelante prostituyéndose. Hasta que emigran a Madrid en 1861, cuando Pablo tiene 11 años. El cabeza de familia queda en la cárcel ferrolana, donde morirá tres años después.

Pablo Iglesias sólo volvió a Ferrol en loor de multitudes cuando ya era un famoso líder obrero. Tenía 42 años. 'La vuelta al espacio de su infancia tuvo que remover en él los más oscuros recuerdos, como un regreso al infierno', dice José Antonio Durán. Los ferrolanos habían olvidado todo sobre su origen y fue él mismo quien les mostró la casa donde había nacido y los pocos detalles que repitieron sus hagiógrafos hasta hoy mismo. 'No tuve infancia', dirá. 'En la vida sólo hice trabajar y leer'. Preservará su secreto familiar hasta el final de sus días.

Durán lo desvela después de rastrear en fuentes documentales que también explican por qué utilizó el nombre de Paulino Iglesias en la Primera Internacional. Los padres, al bautizarle, quisieron ponerle Paulo y, de hecho, su madre le llamó siempre Pauliño. 'Hasta que entré en quintas no supe que mi verdadero nombre era Pablo, y desde entonces lo usé', respondió a los anarquistas que le llamaban sarcásticamente don Pablo cuando cambió de nombre.

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