Juicio contra un diputado por defender la Intifada

Azmi Bichara, 44 años, cristiano, catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad de Beir Zeit, diputado del Parlamento israelí desde 1996 en representación de la minoría árabe en Israel y candidato a primer ministro en los comicios de 1998 se sentó ayer en el banquillo de los acusados del Juzgado número 36 de Nazaret para responder de los presuntos delitos de incitacion a la violencia, al defender el derecho del pueblo palestino a luchar en la Intifada, y de organizar viajes de árabes-israelíes a un país enemigo, Siria, con el objetivo de facilitar el contacto de familias palestinas divididas.

El juicio de Bichara, el primero que se celebra en Israel contra un diputado por un delito de opinión, está siendo percibido por la minoría árabe-israelí -1.200.000 habitantes, lo que supone un 20% de la población- como un nuevo ataque y discriminación de la mayoría judía contra su comunidad. Para muchos es además el colofón de una campaña de represión que se inició en octubre del año 2000 cuando la policía atacó a jóvenes que se manifestaban en defensa de sus derechos y de los del pueblo palestino, provocando la muerte de 13 personas.

El colectivo árabe-israelí considera que el juicio contra Bichara es sobre todo un toque de atención del Gobierno de Ariel Sharon contra las supuestas traiciones de la comunidad árabe, que desde el interior de Israel ha venido identificándose y apoyando la Intifada, dando incluso en algún caso apoyo logístico y económico. Pero además es, según ellos, un ataque contra sectores que propugnan un país pluriconfesional y democrático.

La celebración del juicio contra Bichara, considerado por muchos como el líder carismático del movimiento árabe-israelí -denominación que ellos rechazan a favor de la de palestino- movilizó a numerosas organizaciones árabes y de defensa de los derechos humanos que se manifestaron en las puertas del tribunal.