Alejandro Sanz y Joaquín Cortés ponen su toque flamenco en los Grammy

Alejandro Sanz y Joaquín Cortés comparecerán esta noche (2.00 de la madrugada en España) ante los cerca de 16.000 espectadores que contemplarán la ceremonia de los Grammy en directo desde Los Ángeles. Sanz interpretará en español, junto con las Destiny's Child, Quisiera ser, y se atreverá con unos pasos de baile, 'una pataíta tranquila para que los gitanos de Jerez se acuerden de mí', dijo antes de la gala. Cortés bailará A woman's worth, en versión de Alicia Keys, una de las candidatas a los premios junto a Bob Dylan, U2 y Linkin Park.

Programas de televisión (en España retransmite en directo la gala el canal Gran Vía) y radio, informativos y revistas dan cuenta estos días de unos premios que son considerados en EE UU como los Oscar de la música. Pese a que en las candidaturas de esta 44ª edición se cuentan numerosos artistas veteranos y apenas unos pocos veinteañeros, como Alicia Keys, Alejandro Sanz, que ha vendido más de 15 millones de discos en todo el mundo, no cree que se trate de unos premios nostálgicos. Al contrario. 'El nivel es muy alto y es lógico que la media de edad sea alta. Se cuida mucho el prestigio', añadió el cantante, que se siente orgulloso de haber sido invitado a cantar en la gala. 'Creo que se trata de un reconocimiento implícito a la música latina y a su importancia creciente'. Sanz, que ocupa la primera fila del pop mundial, resta importancia al hecho de que algún medio se haya referido a él como Alexando Sanz: 'Bueno, no me llamo Jessy James y es lógico que no estén habituados a escribir mi nombre'.

El cantante español, que consiguió cuatro premios en los Grammy Latinos, se encuentra en estos momentos realizando la promoción de sus últimos discos en EE UU. La actuación de Alejandro Sanz y las norteamericanas Destiny's Child estaba prevista para el pasado 11 de septiembre, pero los atentados contra las Torres Gemelas y el Pentágono obligaron a la suspensión de los Grammy Latinos. A partir de ese día, han cambiado muchas cosas, 'más en el terreno de la política que en el de lo social', apunta Sanz. 'La gente tiene ganas de seguir viviendo. En el campo de la música, ha servido como revulsivo para que saliéramos del aburguesamiento en el que habíamos caído y tratáramos de hacer cosas nuevas'. Esa ilusión por el trabajo contrasta con la crisis estructural que padecen las empresas discográficas y que se ha traducido ya, en algunos casos, en despidos y en rescisión de contratos de algunos artistas. 'Hay problemas de fondo, como la piratería de los discos o la descarga de música en Internet, que están perjudicando notablemente al sector. Los compradores deben concienciarse de que comprando música pirateada no se ayuda a los emigrantes; al contrario, eso beneficia a mafias organizadas capaces de mover más de 40.000 millones de pesetas al año y que, en algún caso, están próximas al narcotráfico'.

A última hora de ayer, la Fundación Joaquín Cortés envió un comunicado en el que anunciaba la actuación de Cortés en los Grammy. Bailará a ritmo de tango la versión de Keys de A woman's worth.