Interior puso 276 multas en Cantabria por venta de alcohol a menores y sólo una en Barcelona

Paradojas estadísticas. El Ministerio del Interior, a través de las delegaciones del Gobierno, impuso entre 1996 y 2001 en la provincia de Cantabria, con 537.000 habitantes, 276 sanciones a establecimientos por venta de alcohol a menores, pero no puso ni una en la provincia de Valencia, con 2,2 millones de ciudadanos, y sólo una en la de Barcelona, cuya población duplica a la valenciana y es ocho veces mayor que la cántabra. La principal explicación es que esta tarea es competencia de los ayuntamientos y, en menor medida, de Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía.

El Gobierno acaba de facilitar a la diputada socialista gallega María Jesús Arrate Varela una respuesta parlamentaria con una relación por provincias de las denuncias y sanciones impuestas por venta de alcohol a menores entre 1996 y 2001. El documento, aportado por la Secretaría de Estado con las Cortes y elaborado con cifras del Ministerio del Interior, ofrece una panorámica de las actuaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado contra los locales que venden copas a menores de 18 años o kits de botellón (dos envases grandes de refresco y uno de alcohol) para su consumo en el exterior.

La relación numérica de las denuncias tramitadas durante el sexenio de gobierno del PP muestra cómo han caído en picado desde 1996, al tiempo que han aumentado las sanciones. Ese año se presentaron en comisarías y cuartelillos españoles (excluidas las oficinas de policías locales) 112 denuncias, de las cuales algo menos de la mitad se presentaron en Las Palmas (47). Tres años después, la caída era más que manifiesta: sólo cinco denuncias en Albacete y 12 en Ciudad Real. En el resto de España, nada. Y en 2001 hubo 14.

'La explicación del bajo número de denuncias es que la represión de la venta de alcohol a menores es competencia de los ayuntamientos y ese tipo de denuncias las llevan las policías locales', explicaron fuentes de Interior. 'Lo que dicen esos datos', aseguró anoche la diputada Varela, 'es que la normativa de venta de alcohol a menores no se cumple, que ni se controla ni se vigila, porque se vende alcohol a menores hasta en las gasolineras'.

No obstante, el Gobierno afirma que las Fuerzas de Seguridad inspeccionan 'la asistencia de menores a determinadas zonas y locales de ocio' para 'prevenir el tráfico y consumo de drogas así como la venta y consumo de alcohol a los jóvenes' y que dichas tareas también se llevan a cabo en grandes ciudades, 'especialmente los fines de semana, coordinados con la policía local'.

Falta leve

La respuesta parlamentaria subraya que las venta de bebidas alcohólicas a menores en locales públicos o de espectáculos está tipificada como falta leve en la Ley de Seguridad Ciudadana y que, por tanto, 'las competencias corresponden a la Administración General del Estado y a las autonómicas y locales'. Dicho esto, el Gobierno detalla las sanciones impuestas en los últimos seis años. Las diferencias son abismales y curiosas. De las 1.270 sanciones en ese sexenio, sólo 13 recayeron en bares de copas, discotecas o clubes de Madrid (5,3 millones de habitantes), la mayoría de ellas durante la Operación Búho, en periodo nocturno y vacacional. Pero es que sólo hubo una sanción en Barcelona y ninguna en Valencia, Girona, Vizcaya o Guipúzcoa. En cambio, la actividad sancionadora fue muy diligente en Toledo, con 172 sanciones, Cantabria (276) o Segovia (158).

'¿Cómo es posible esto? ¿Es que en Valencia no se vende alcohol a menores?', se preguntó Varela: 'Es ridículo. El Gobierno tiene que hacer cumplir la ley y no venir con declaraciones como las de Mariano Rajoy de que se va a prohibir el consumo público. Que empiecen por el principio e impidan que se venda libremente alcohol a los chavales'.