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Jospin recuerda el espíritu europeísta de Víctor Hugo

Francia inicia las celebraciones del bicentenario del nacimiento del escritor

El primer ministro francés, Lionel Jospin, acompañado, entre otros, por los actores Didier Bezace, Evelyne Bouix y Jean Piat; los músicos Jacques Higelin y Charl Elie, y el crítico literario Bernard Pivot, abrió ayer en Besançon el Año Hugo, que conmemora el 200º aniversario del nacimiento del escritor. Jospin recordó sobre todo al Víctor Hugo europeísta en una jornada que marca el inicio de una larga lista de celebraciones que sólo en París contará con 102 representaciones, recitales, exposiciones o coloquios, así como la reedición de su obra y la aparición de un buen número de biografías y ensayos sobre el autor de Los miserables.

Víctor Hugo conoció casi 20 años de exilio y el bronce de su estatua en París fue destruido en 1941 por el Ejército alemán de ocupación gracias a una ley promulgada por el Gobierno colaboracionista de Vichy. Nacido en Besançon el 26 de febrero de 1802, hijo de un militar napoleónico, Hugo es desde muy joven un bullicioso poeta romántico y monárquico que muy pronto se desdobla en dramaturgo y novelista. Apenas cumplidos los 27 años, ya quiere publicar sus obras completas en 10 volúmenes, y en 1848, cuando ya es par de Francia y académico, es elegido diputado conservador. Pero su humanismo, su internacionalismo y su combate contra la pena de muerte le hacen pasarse a la izquierda y exilarse entre 1851 y 1870 para evitar la restauración imperial de Napoleón III.

Este escritor de miles de páginas -se habla de 17.500- se convertirá en un símbolo de la rebelión y de la lucha por la emancipación social. Cuando muere, en 1885, más de un millón de parisienses acompañan el ataúd hasta el Panteón.

Ayer en Besançon el primer ministro socialista, Lionel Jospin, pudo declarar abierto el Año Hugo sin que ningún líder de la derecha intentara recuperar la figura del artista para su bando. 'El mensaje de paz y unidad que nos ha dejado Víctor Hugo debe seguir inspirando el proyecto europeo', afirmó Jospin. 'La visión profética de los Estados Unidos de Europa' iba acompañada de una 'exigencia universal: la igual dignidad de todo ser humano', algo que le llevaría hoy 'a apasionarse por los debates sobre la mundialización'.

Lo más destacable entre lo programado para los próximos meses puede que sea la exposición en la Biblioteca Nacional de sus dibujos y manuscritos, el nuevo montaje de Ruy Blas que se presenta en la Comèdie Française en una puesta en escena de Brigitte Jacques-Wajeman, una reconstrucción radiofónica de lo que fue la famosa Batalla de Hernani, el agitado estreno en 1830 de un texto que iba a convertirse en símbolo de la revolución romántica frente al conservadurismo neoclasicista, o el ciclo de cine basado en obras o en la vida de Hugo y que organiza el Forum des Images de París.

A lo largo del año habrá algunos grandes montajes teatrales de Hernani o de Les chatiments, así como otro de naturaleza biográfica, que se darán cita en el Festival de Aviñón; se abrirá por primera vez al público la que fuera su residencia de exiliado en la isla de Guernesey, y se presentará en Besançon la obra escultórica de Rodin inspirada por el autor de Los miserables. La idea es una celebración descentralizada y capaz de sumar pequeñas iniciativas a grandes operaciones. Por ejemplo, el ministro de Educación, Jack Lang, pidió que la primera clase del segundo trimestre escolar comenzase en todos los colegios con una lectura de un texto de Hugo seguida de un breve debate sobre el personaje.

De entre la marea de textos que acompañan el bicentenario, quizás el que a priori resulta más atractivo sea la recopilación de la correspondencia entre el autor y la actriz Juliette Drouet, su amante y desafortunada intérprete de algunas de sus obras. Ella fue su devota admiradora desde 1833 y vivió hasta su muerte una tormentosa historia de amor entrecruzada de infidelidades continuas y de una ternura sostenida.

Ayer, en Besançon, Lionel Jospin recordó sobre todo al Víctor Hugo europeísta y citó un discurso de 1853 destinado a exilados y proscritos: 'El continente será un único pueblo; las nacionalidades vivirán su vida propia en medio de la vida común, Francia pertenecerá a Europa y Europa a la humanidad. Una moneda continental tomando como base todo el capital de Europa reemplazará las absurdas variedades monetarias de hoy, retratos de príncipes, símbolos de la miseria, diferencias que son otras tantas razones de empobrecimiento'.

Víctor Hugo, fotografiado por Nadar en 1880.
Víctor Hugo, fotografiado por Nadar en 1880.EPA
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