La defensa dice que él siempre intentó frenar los abusos del Ejército
Reunidos en torno a un líder que no reconoce la legitimidad del Tribunal Penal Internacional para los crímenes de la ex Yugoslavia (TPIY) y que piensa defenderse a sí mismo, los miembros del comité internacional para la defensa de Slobodan Milosevic aseguraron ayer que no le tienen como cliente porque al ex líder serbio se le ha negado el derecho a elegir un letrado.
Según el abogado canadiense Christopher Black, el acusado nunca tuvo intenciones criminales y trató de impedir los excesos cometidos por el Ejército mientras estuvo en el poder. Debería, por tanto, ser puesto en libertad de inmediato porque lo que se está pisoteando son sus derechos.
Black presentó anoche 'el otro lado del caso Milosevic' flanqueado por el escritor estadounidense Jared Israel, ardiente crítico del 'nuevo imperio' formado por Estados Unidos y sus aliados, y por Jacques Vergès, un abogado francés que se ha hecho famoso defendiendo, entre otros, al nazi Klaus Barbie y al terrorista venezolano Carlos.
En tono exaltado, Israel pidió la disolución del TPIY por haber sido constituido por los vencedores del conflicto de los Balcanes. Después de calificar de consejo de guerra el juicio a Milosevic, se preguntó por qué fue posible su extradición de Serbia y parece tan complicado llamar a declarar al ex presidente Bill Clinton, uno de los testigos que el ex líder serbio querría ver en Holanda. 'Se le acusa de crímenes contra la humanidad cuando sólo intentó mantener la integridad de Yugoslavia frente a agresiones externas de la OTAN, que ahora trata de ocultar su asalto juzgándole'.
En un tono mucho más sosegado, Vergès expuso las cinco objeciones legales que, analizadas a fondo, restan toda legitimidad al tribunal. 'Creada en 1993 sin una conferencia internacional previa organizada por países soberanos, una corte así deja de tener valor legal', dijo. Su segunda crítica fue para los jueces, que tienen un cargo temporal y cambian a menudo. 'Algo inimaginable en cualquier otro foro'.
Al ocuparse de hechos ocurridos antes de su formación, el tribunal sienta un precedente contrario a la Declaración Universal de Derechos Humanos, añadió, para concluir asegurando que la llegada de fondos privados y la forma en que ha aceptado a un sospechoso extraditado por sus propio país son irregulares. 'Pinochet fue devuelto a Chile. Si llega a ser británico, nunca hubiera salido de Londres', remachó.
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