Documentos en Salamanca como 'botín de guerra'

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, viajó ayer a Barcelona para 'cumplir la palabra dada hace 60 años' y devolver al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, los 40.000 documentos generados por el Gobierno catalán entre 1933 y 1939 que el Partido Nacionalista Vasco ha conservado durante más de seis décadas, en Francia primero y en la localidad vasca de Artea desde 1992.

La ocasión no podía ser más propicia para renovar la exigencia de devolución de los fondos documentales de los Gobiernos vasco y catalán requisados por las tropas franquistas y trasladados a Salamanca, y que el Gobierno central se ha negado siempre a devolver, lo mismo en tiempos de la extinta UCD, del PSOE o, ahora, del PP. 'En el siglo XXI no se puede hablar de botines de guerra' para argumentar la negativa a devolver un archivo, señaló Ibarretxe.

Y Pujol añadió que 'es responsabilidad de todos, pero sobre todo de ellos ', el desarmar las voces que se amparan en el 'derecho de conquista' para defender la permanencia de la documentación en el salmantino Archivo de la Guerra Civil. La reivindicación, en cualquier caso, no fue escuchada por ningún representante del partido que gobierna en España con mayoría absoluta: el PP fue la única formación parlamentaria que no acudió a la entrega de la documentación catalana conservada por el PNV.

Un acto en el que los nacionalistas vascos aprovecharon también para subrayar que tampoco han logrado la devolución de la que fue sede del Gobierno vasco en el exilio de París, un edificio ubicado en la avenida Marceau, adquirido en su día por el PNV, que alberga ahora la sede del Instituto Cervantes en la capital francesa.