Cela Conde vendió el 'miró' por 37 millones de pesetas en Italia

El miró rasgado, la famosa tela falsa apuñalada por Camilo José Cela Trulock (CJC) sobre la que Joan Miró creó una nueva obra auténtica en 1972, dejó de ser propiedad del único hijo y legitimario del Nobel, Camilo José Cela Conde, el 30 de noviembre de 1996. El raro miró se vendió en una subasta, en Italia, por alrededor de 37 millones de pesetas.

El precio obtenido por la obra de arte es clave ahora en la valoración y el reparto de la herencia de Cela, en la probable disputa civil entre los letrados del hijo y los de la viuda Marina Castaño. Cela Conde reclama sus dos tercios legítimos de la masa del legado, frente a los derechos que la viuda quiere detentar, al ser nombrada heredera universal por el escritor.

CJC firmó ante el notario que aquél cuadro era el pago de la legítima al descendiente. La mitad del valor del cuadro, para Cela, era 'la legítima'. El escritor otorgó su testamento en 1991, a las semanas de casarse con Marina Castaño. El autor de La familia de Pascual Duarte, aun reconociendo a su hijo José Cela Conde como heredero legítimo, lo dio 'totalmente por pagado' con el regalo del cuadro de Miró de 'incalculable valor'. El cuadro ya era del hijo desde 1990 pues sus padres se lo habían regalado al separarse.

Otros intentos

En canales de información de los negocios de arte en la Red se verificó anoche que el heredero cedió la pieza, casi seis años después de poseerla, al galerista de Barcelona Jordi Vilafranca, con el encargo de que gestionase su venta. Tras diversos intentos infructuosos en España, Vilafranca tramitó el traspaso al alza en el mercado internacional, en la Casa de Subastas Farsettiarte, de la Via della Reppública de Prato (Italia). La sala Christie's tasó la pieza en 1996 en unos parámetros ajustados al precio obtenido finalmente.

EL PAIS adelantó ayer que la ya legendaria tela, estaba localizada en Cortina d'Ampezzo (Italia), en manos del galerista Stefano Contini, y que era ofertada por 877.977 euros. En 1992 el miró apuñalado fue tasado entre 130 y 200 millones de pesetas por tres galerías y una experto de Palma de Mallorca, pero su adquisición fue desestimada por museos e instituciones públicos y privados españoles, por problemas presupuestarios.