El último testamento notarial de Cela data de 1991
El último testamento notarial que dejó Camilo José Cela data de 1991. En ese año, el escritor contrajo matrimonio con Marina Castaño y el documento registrado entonces anula todos los que pudieran haber existido. Miquel Capellá, abogado y portavoz de Camilo José Cela Conde, hijo único del premio Nobel, fruto de su primer matrimonio con Rosario Conde, presentó ayer una petición ante el registro central de últimas voluntades para tener acceso al mismo.
El hecho de que la última copia date de cuando el escritor no había tenido contenciosos legales con su hijo -algo que se produjo a partir de 1995 por un cuadro de Joan Miró que el padre reclamó a su hijo- puede suponer que Cela Conde queda reconocido como heredero de la parte legítima y de la masa hereditaria de entonces.
Pero existe la posibilidad de que el escritor dejara un texto ológrafo, manuscrito y firmado por el testador con expresión del año, mes y día en que se otorgue, que cambie el documento notarial. Para que sea válido debe haber sido presentado ante el juez de primera instancia del último domicilio del testador en los cinco años siguientes al fallecimiento, según el artículo 689 del Código Civil.
Capellá declaró ayer que Cela Conde está dispuesto a negociar con la viuda del escritor acerca de los términos del testamento notarial, aunque también precisó que no quieren exponer qué se puede negociar porque, dijo, 'no contamos todavía con ninguna estrategia definida'. También el abogado de Rosario Conde, Melecio Carrión, se pronunció a favor de la negociación. 'Tenemos muchas acciones judiciales entabladas, pero mi propósito es llegar a una solución amistosa y honorable', declaró a Efe.
Diálogo
Esta voluntad de diálogo ya fue expresada por Cela Conde en el funeral que se celebró en Palma de Mallorca: 'Es el tiempo del respeto, del cariño, del amor recuperado. El tiempo de enterrar los agravios que quizá creamos que existieron alguna vez. El tiempo de rescatar lo poco o lo mucho que significó el haber compartido a Camilo José Cela. El tiempo de quedarnos con todo lo bueno que nos da la vida, en el convencimiento de que vendrán tiempos peores', aseguró.
Mientras, su viuda, Marina Castaño, ha elegido el silencio. No quiere hacer declaraciones sobre las últimas informaciones aparecidas referentes a la herencia del escritor o a la red de sociedades interpuestas -Palabras y Papeles, SL; Letra y Tinta, SL; Estudios Iceberg, SL; Lengua y Literatura o Salbos de la Sierra- creada junto a su marido para gestionar las actividades y los derechos del escritor.
'No coment, no coment, no coment', repitió Castaño. 'He dicho todo lo que tenía que decir en las entrevistas que he dado a diferentes medios y sobre esos asuntos no tengo nada que añadir. Quiero ser fiel a la memoria de Camilo José y comportarme como él se hubiera comportado, que es no hablando de esos temas por considerarlo una falta de educación'.
Babelia
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