Trillo ordena otra investigación sobre los chalecos de los soldados en Kabul

El ministro de Defensa, Federico Trillo, ordenó ayer al Jefe del Estado Mayor del Ejército, general Alfonso Pardo de Santayana, la apertura de una información reservada para esclarecer las circunstacias de la contratación de los chalecos de combate adquiridos por el Ejército de Tierra y que llevan los soldados enviados a Kabul (Afganistán), según ese departamento.

Ésta será complementaria de las investigaciones realizadas ya por el Ejército de las que se deduce que la no inclusión de Protección Infrarroja (IR), un tratamiento que evita que el soldado sea visto en la oscuridad con cámaras de infrarrojos, en el pliego de prescripciones técnicas es consecuencia de su escasa eficacia, tan solo contra el infrarrojo cercano (800 a 1.200 nanómetros). Según los datos, si bien esta cobertura podría considerarse eficaz contra los emisores de primera generación, la aparición de nuevas cámaras hace prácticamente ineficaz dicha cobertura ya que trabajan en el infrarrojo lejano, detectando la emisión de calor.

Los 20.000 portaequipos fueron adquiridos por 21 millones de euros a Yuma, SA, propiedad de la familia de un alto cargo militar.