El responsable de pensiones del PP propone que las de las mujeres sean inferiores porque viven más

El presidente de la Comisión Parlamentaria del Pacto de Toledo y diputado del PP, Fernando Fernández de Trocóniz, defiende que 'la cuantía de la pensión de jubilación de la mujer tiene que ser menor porque vive más años que el hombre'. En Lanzarote, en un foro organizado por la presidencia española de la Unión Europea y la Comisión con numerosos responsables comunitarios y expertos, el dirigente popular lanzó 'a título personal' la revolucionaria propuesta que, según indicó, llevará a los debates para renovar el Pacto de Toledo. Trabajo se desligó de inmediato de esos planes.

Fernández de Trocóniz cree que esa medida 'no es anticonstitucional, sino de pura igualdad'. En consecuencia, tampoco acepta que constituya una discriminación por razón de sexo. El responsable del PP argumenta que se apoya en datos estadísticos: 'La esperanza de vida para un hombre de 65 años es de 16 años más, mientras que para la mujer es de 20 años'. Por tanto, la pensión de ésta es más cara para la Seguridad Social en el coste total de los años que abona la prestación.

Otra tesis que defiende es que el sistema público de pensiones adopte una vía mixta de capitalización y reparto, aunque reconoce que eso no es fácil de aplicar. Ayer aseguró que su intención es llevar la medida referida a la pensión de jubilación de la mujer a la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo para que en ella se debata si se incluye en las conclusiones, así como 'la oportunidad política de aplicarla'. Pero, de momento, no cuenta con el apoyo de un sector de su propio grupo ni del Gobierno de su partido. Responsables del Ministerio de Trabajo respondieron inmediatamente que el departamento 'no contempla una propuesta de este tipo'. 'No nos merece ni atención ni calificativos', indicaron.

En el mismo foro, la Comisión Europea y los Gobiernos comunitarios subrayaron que los sistemas de pensiones están presionados por el avance de la esperanza de vida y de la baja natalidad. Pero, de momento, se conforman con intentar que se retrase la jubilación anticipada (antes de los 65 años) mediante mecanismos de desincentivación fiscal, económica y de Seguridad Social.

Se trata de aplazar una edad real de retiro, que en la UE se sitúa en torno a los 62 años, frente a la legal de 65 años, según manifestaron la comisaria de Empleo y Asuntos Sociales, Anna Diamantopoulou, y el ministro español de Trabajo, Juan Carlos Aparicio. Por ahora, ni Bruselas ni los Gobiernos hablan de retrasar la edad legal de jubilación.

Los países miembros deben crear cinco millones de empleos hasta 2010 para mayores de 55 años. Sólo uno de cada tres ciudadanos de la UE con una edad entre 55 y 64 años tiene empleo remunerado. En el caso de las mujeres, una de cada dos.

Los Gobiernos europeos quieren corregir esa situación, que perjudica a sus sistemas de pensiones y de protección social.Una de sus prioridades es prolongar la vida laboral. 'No podemos aceptar una jubilación precoz. No nos podemos retirar seis u ocho años antes que nuestros padres', dijo Diamantopoulou. Para corregirlo, propone medidas que desincentiven el retiro anticipado. La comisaria fue especialmente crítica con las empresas públicas o con participación estatal que diseñan reestructuraciones a base de jubilaciones anticipadas.

Aparicio también centró su defensa de la prolongación de la vida laboral en 'ofrecer incentivos para la participación de los trabajadores mayores en la vida laboral, desalentando la jubilación anticipada, y contemplar sistemas voluntarios de jubilación graduales y flexibles'.

Los países miembros deben elaborar, antes de septiembre, sus estrategias para garantizar los sistemas de pensiones. En la primavera de 2003, Bruselas hará un informe global para ver qué aspectos se deben corregir.