Agricultura pone en marcha un nuevo sistema de distribución de las ayudas

El Ministerio de Agricultura ha puesto en marcha las primeras disposiciones para la modulación en el pago de ayudas comunitarias. Esta medida, calificada técnicamente como degresividad, supone la reducción de ayudas unitarias por hectárea en la política agroambiental en función de la superficie para la que se hayan solicitado las mismas. Para las organizaciones agrarias UPA y COAG, la que ahora se pone en marcha es una medida positiva que se debe potenciar en el futuro.

UPA y COAG están a favor de que a la hora de percibir determinadas ayudas, sean objetivo prioritario las pequeñas y medianas explotaciones viables. Dado el grado de abandono de pequeños pueblos, abogan como condición indispensable que se viva en el medio rural para percibir ayudas. Frente a estas posiciones, una parte de la organización agaria Asaja y grandes propietarios agrupados en el Grupo de Empresarios Agrarios consideran que las ayudas deben ser iguales para todos.

El director general de Desarrollo Rural, Gerardo García, estima que la degresividad no es exactamente una modulación de ayudas, sino aplicar simplemente la economía de escala, ya que no tiene el mismo coste por unidad labrar 30 hectáreas que 500 hectáreas, por lo que sería injusto pagar por todas la misma cantidad.

En España, el ministro Miguel Arias Cañete no se negó a la modulación en las ayudas del Feoga Garantía, que son compensaciones parciales a las bajadas de precios pero, hasta la fecha, no había adoptado ninguna medida. Sin embargo, la Administración agraria española sí ha movido ficha en la modulación de ayudas medioambientales. Para la aplicación de esos compromisos, Agricultura ultima un real decreto por el que se establecen las normas complementarias al programa de Desarrollo Rural con los siguientes puntos:

- Indemnizaciones compensatorias. Son prioritarias las ayudas a los agricultores jóvenes titulares de explotaciones, a las explotaciones en zonas desfavorecidas integradas en la Red Natura 2000 y a las que realicen prácticas compatibles con el medio ambiente

- Ayudas agroambientales. Tienen prioridad las explotaciones con producción agraria ecológica, las ubicadas en zonas desfavorecidas y los agricultores profesionales o a título principal. El compromiso es para cinco años. Para conceder la ayuda, se ha establecido la Unidad Mínima de Cultivo Agroambiental, igual a 20 hectáreas, aunque cada autonomía puede modificar esa cifra. Cuando la superficie objeto de la ayuda sea igual o menor del doble del valor de la Unidad, la ayuda es íntegra. Si la superficie se halla entre el doble y el cuádruple de la Unidad, la ayuda por hectárea se rebaja al 60% y al 30% cuando la superficie exceda el cuádruple de la Unidad.

- Cese anticipado. Tendrán prioridad los mayores de 60 años; si el cesionario es joven agricultor, cuando el cedente tenga un plan para reestructurar la explotación y si la cesión se hace en propiedad.