Sanidad cierra por "clandestino" el centro estético donde murió una mujer
La Asociación Española de Cirugía Estética denuncia el 'intrusismo' que padece el sector
La Consejería de Sanidad precintó ayer por 'ilegal' el centro de cirugía estética Icema, donde el viernes falleció Débora Catalán, de 36 años, que se había sometido a una mesoterapia (un tratamiento contra la celulitis mediante inyecciones intradérmicas). La Comunidad asegura que Icema era un centro 'clandestino', ya que carecía de autorización para tal actividad, y tampoco, según el Ayuntamiento, tenía licencia municipal. El centro lo niega. José Sainz, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, calcula que unos 6.000 médicos ejercen de estéticos sin titulación.
Débora Catalán salió de su casa poco después de las cuatro de la tarde del pasado viernes. 'Se la veía contenta. Dijo que iba a hacerse una operación, aunque no aclaró cuál', según un vecino de su casa de la calle de San Lucas (Centro). Una hermana de la fallecida sólo pudo confirmar que ésta seguía un tratamiento estético 'de los que se hacen simplemente por belleza, para estar bien'. Carmen Ranera, portavoz de Icema, acepta que Débora llevaba 'entre ocho y 10 sesiones' de mesoterapia.
Dos horas después, el servicio de emergencias 061 de la Comunidad de Madrid recibió una llamada desde el centro Icema, en la calle de Maldonado 59 (distrito de Salamanca), que informaba de que una paciente presentaba convulsiones. Al llegar al lugar, los facultativos encontraron a la mujer en parada cardiorrespiratoria. 'Fallecida y sin posibilidad de recuperación', según indica el parte de incidencias del 061.
Débora Catalán había acudido al centro estético para someterse a una mesoterapia, un tratamiento contra la celulitis mediante inyecciones intradérmicas. Según fuentes sanitarias, este procedimiento no está considerado como una práctica quirúrgica, puesto que no requiere anestesia y lo puede efectuar cualquier médico general que haya realizado un curso en tratamientos de estética.
Las inyecciones que se aplican en las zonas afectadas -con agujas de cuatro milímetros de grosor-, contienen fármacos que el médico receta de acuerdo con las características del problema a tratar. 'Hay productos para disolver las grasas, para la circulación o vitaminas', dice Víctor García, presidente de la Sociedad Española de Medicina y Cirugía Cosmética.
La paciente, según la portavoz de Icema, comenzó a sufrir convulsiones antes de que se iniciara la sesión que le correspondía el viernes. 'Con ella se encontraban dos médicos que intentaron reanimarla', añadió.
Tras revisar el registro de centros sanitarios de la Comunidad, la Consejería de Sanidad descubrió que Icema no aparece inscrito y que carece de licencia para ejercer su actividad. Tampoco, según el Ayuntamiento, poseía autorización municipal, dos requisitos fundamentales que deben cumplir estos centros. 'Para la Junta Municipal de Salamanca, la clínica Icema es ilegal porque carecía de licencia de actividad. El Ayuntamiento de Madrid no tenía constancia de su existencia, pues no había solicitado el permiso', señaló un portavoz del Consistorio. Pero Ranera niega ambas afirmaciones oficiales: 'El centro posee permisos. Lo que no sé es si éstos presentan algún tipo de deficiencia', señaló.
La Consejería de Sanidad asegura que desconoce qué tipo de actividad se llevaba en el local. 'No sabemos lo que se hacía dentro, porque no existe en nuestros archivos. Sencillamente, al no tener licencia, nosotros consideramos que es clandestino', explicó la jefa del servicio de Evaluación y Acreditación Sanitaria de la Consejería de Sanidad, Pilar Calvo.
Técnicos de la consejería se personaron en el centro ayer por la mañana y comprobaron que no había nadie en su interior. Por eso, según Calvo, no ha sido posible precisar con qué equipamientos cuenta el centro.
De momento, el Gobierno regional ha suspendido cautelarmente la actividad de Icema 'por el riesgo para la salud pública', en espera de aclarar lo sucedido. El primer paso ha sido abrir un expediente sancionador que podría resolverse con una multa que oscila entre 3.000 y 600.000 euros.
El presidente de la Asociación Española de Cirugía Estética, Ramón Vila, instó a la Administración sanitaria a poner soluciones a esta situación. El 'intrusismo' en la cirugía estética, según dijo Vila a la agencia Efe, ha alcanzado tal envergadura que se ha convertido 'en un problema de salud pública'.
Basta ser médico general para practicar mesoterapia
Desde la consulta 'más humilde' hasta el centro médico 'más especializado' requieren autorización de la Comunidad de Madrid para ejercer su actividad, según explicó ayer Pilar Calvo, jefe del Servicio de Evaluación y Acreditación Sanitaria de la Consejería de Sanidad. Cualquier establecimiento que no la posea, se considera 'clandestino'.
En España, según Ramón Vila, presidente de la Asociación Española de Cirugía Estética, no existe la titularidad de cirujano estético, sino la de cirujano plástico, el cual puede alcanzar la especialidad estética a través de cursos de formación. Para operaciones menores, como por ejemplo la mesoterapia, que no requiere anestesia, Jesús García, portavoz de la Unión de Profesionales Médicos y Cirujanos Estéticos explica que basta sólo con poseer el título de médico general y la formación en estética.
En la región hay inscritos 5.000 establecimientos sanitarios que ofrecen desde consultas de medicina general, odontológicas y psicológicas hasta estéticas. Al no existir esta modalidad como especialidad médica ante el Ministerio de Sanidad, la Comunidad exige una serie de requisitos a quienes quieran abrir este tipo de centros, dependiendo de los servicios que ofrezca.
Si una clínica realiza liposucciones, (operaciones de eliminación de grasa que necesitan anestesia), precisa de un completo equipo médico y quirúrgico que garantice su correcta práctica y sus titulares deben poseer la titulación adecuada. En Madrid hay 35 centros privados de cirugía ambulatoria que hacen este tipo de intervenciones, según Sanidad.
Celulitis, obesidad, varices y arrugas
El centro Icema, adscrito a la Sociedad Española de Medicina y Cirugía Cosmética, está inscrito a nombre de Gerardo Senderowicz Hendler, un médico argentino con estudios en la Universidad de Buenos Aires y colegiado en Madrid, según fuentes del sector. Sus especialidades, como figura en la página de Internet www.stetik. com, son la cirugía estética y tratamientos contra la obesidad.
ese establecimiento trabajaban, hasta el pasado viernes, dos médicos generales de plantilla, asistidos por un equipo de auxiliares cuyo número no pudo precisar ayer Carmen Ranera, portavoz del centro. Allí se hacían tratamientos para la piel, depilación con láser, tratamientos antiedad y contra las estrías, las varices y la celulitis, entre otros.
El presidente de la Sociedad Española de Medicina y Cirugía Cosmética, Víctor García, defendió la actividad de Senderowicz y aseguró que éste presentó una solicitud de licencia para ejercer la medicina general ante la Consejería de Sanidad con fecha del 13 de noviembre de 1998 y cuyo expediente aparece firmado por la funcionaria Teresa Sánchez Mozo. 'Lo que no sé es en qué terminó', señaló García. Según éste, no existen en España criterios unificados para regular la actividad de centros como Icema, que realizan mesoterapia, 'una práctica muy habitual' que se puede ejercer en cualquier consultorio médico especializado.
Icema ofrece, además, un tratamiento contra el sobrepeso 'avalado por el Comité de Salud Pública de la Sociedad Americana de Cirugía de la Obesidad', consistente en implantar un dispositivo en el estómago para 'disminuir' progresivamente su capacidad.
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