La policía investiga la muerte de una mujer en una clínica de estética

La policía ha abierto una investigación para aclarar las circunstancias de la muerte de Débora Catalán Gutiérrez, de 36 años, fallecida el pasado viernes mientras se le practicaba una cirugía estética en una clínica del distrito de Salamanca.

Débora había salido de su casa, en el número 11 de la calle de San Lucas, en el distrito de Centro, un poco después de las cuatro de la tarde, según comentó ayer el portero de la finca. 'Se le veía muy feliz. Dijo que iba a hacerse una operación, aunque no me aclaró cuál', relató este vecino.

A las 18.35, según explicaron fuentes del 061 de la Comunidad de Madrid, se recibió una llamada desde la clínica ICEMA, en el número 59 de la calle de Maldonado, en la que los facultativos explicaban que una paciente padecía convulsiones.

Hasta ese lugar se desplazó una UVI móvil del servicio, cuyos médicos, al llegar, comprobaron que Débora se hallaba en parada cardiorrespiratoria. 'Fallecida y sin posibilidad de recuperación', indica el parte de incidencias del 061. El personal sanitario que atendió el caso avisó entonces al Cuerpo Nacional de Policía y una de sus patrullas se personó en la clínica.

Un juez de guardia llevó a cabo el levantamiento del cadáver, que fue trasladado hasta el Instituto Anatómico Forense, donde se le practicó la autopsia. Los restos mortales de Débora Catalán Gutiérrez fueron incinerados el pasado sábado en el cementerio La Paz, de Alcobendas, según fuentes policiales. Tanto el médico que practicó la cirugía como la enfermera que la asistió han sido identificados. El caso ha pasado a manos del juzgado de guardia. Este periódico intentó, sin éxito, recabar la versión de la clínica ICEMA.

En Estados Unidos

Débora Catalán Gutiérrez había nacido en Estados Unidos, pero desde los trece años había vuelto, pues sus padres son españoles. La madre, según contaron unos vecinos, murió hace algunos años en aquel país, así que el resto de la familia se trasladó a Madrid.

'Yo la conocía desde que tenía trece años. Era una chica muy simpática y muy formal. El último día que la vi recuerdo que iba vestida muy hippy. Estaba contenta', relató el portero de la finca. Algunos vecinos manifestaron su pesar por el fallecimiento de Débora y dijeron conocerla desde hacía 'mucho tiempo'. 'Era encantadora e independiente', señalaron.

Débora, según la versión de sus conocidos, alquilaba habitaciones a estudiantes y se dedicaba a dar clases de inglés. Ninguno de los vecinos consultados sabía a ciencia cierta a qué tipo de operación iba a someterse. Unos hablan de un quiste en una pierna, y otros, de unas marcas en la cara o una liposucción.

El pasado mes de septiembre una mujer de 61 años, Fermina Melo, falleció en la clínica Menorca, en el distrito de Retiro, mientras se le practicaba una liposucción.