Alud de protestas en el primer aniversario de la Ley de Extranjería

Los inmigrantes vuelven a protestar. El primer año de vigencia de la Ley de Extranjería ha colmado Barcelona de actos reivindicativos este fin de semana. Unas 2.000 personas se manifestaron ayer por el centro de la ciudad mientras otras 200 acampaban en el Palau Reial convocadas por SOS Racismo. Este grupo se manifestará hoy en la plaza de Sant Jaume para recordar que unas 30.000 personas siguen sin estar regularizadas en Barcelona.

Los sindicatos, asociaciones cívicas y partidos políticos que hace un año apoyaron a los 900 inmigrantes encerrados en varias iglesias de Barcelona y a los subsaharianos desalojados el pasado verano de la plaza de Catalunya quieren mantener vivo el espíritu reivindicativo. Y ello a pesar de que la Ley de Extranjería no contempla el derecho de reunión, y de sus dificultades para coordinarse.

Aseguran que no les faltan razones para envalentonarse. Aparte de los 30.000 inmigrantes no regularizados, la mayoría paquistaníes, se ha observado un creciente número de grupos de extranjeros que duermen en la calle por falta de techo. Rehúyen, sin embargo, las protestas masivas. 'Tenemos miedo a manifestarnos; todos recordamos que los últimos que lo hicieron [los subsaharianos desalojados de la plaza de Catalunya] acabaron deportados', declaraba ayer uno de los marroquíes que participaron en la manifestación.

La marcha transcurrió en tono festivo. Cuando los manifestantes llegaron a la plaza de Antonio López, delante de Correos, algunos escalaron la estatua dedicada a este indiano que traficó con esclavos y le colocaron una vestimenta parecida a las empleadas por el ultraderechista y racista Ku Klux Klan.

La marcha estaba convocada por la plataforma Papeles para Todos, próxima al sindicato CGT, y otras asociaciones de inmigrantes. SOS Racismo se desvinculó y prefirió organizar una acampada frente el Palau Reial. Esta ONG ha convocado para este mediodía otra protesta en la plaza de Catalunya. En ella participarán sindicatos, organizaciones cívicas y partidos como ERC e IC-V.

Todas las organizaciones que apoyan la manifestación coinciden en que la Ley de Extranjería 'vulnera los derechos más fundamentales de las personas', puesto que no establece para los inmigrantes los derechos de sindicación y manifestación.

Pero en la lucha de los inmigrantes se abren nuevas brechas. Una de ellas es el decreto del Gobierno de las pasadas navidades, que pone aún más difícil regularizar a los extranjeros llegados a España sin oferta de trabajo. Este decreto no permite que los empresarios hagan ofertas de trabajo nominativas para extranjeros y obliga a contratarlos a través de los cupos establecidos anualmente.

'Quieren que los inmigrantes sin documentos se vayan a su país y comiencen allí de nuevo todas las gestiones', dijo ayer Norma Falconi, de la plataforma Papeles para Todos. Comisiones Obreras también criticó duramente el decreto y recordó que unas 300.000 personas podrían estar viviendo en España sin estar regularizadas.

En el contexto de las protestas, el abogado de uno de los inmigrantes presuntamente fugados de la comisaría de la Verneda el pasado viernes acusó ayer a los responsables del centro de detención de inmigrantes de haberle impedido asistir a su cliente mientras estuvo recluido. 'Acudí dos veces a la Verneda y me aseguraron que esta persona no se encontraba detenida. Después dijeron que se había fugado', afirmó el letrado de Vicente Ibáñez, que teme que su cliente haya sido expulsado de España.