Zapatero propone al 'lehendakari' una mesa de partidos para proteger a los concejales

El PSOE planteará al PP y al Gobierno central, en el marco del Pacto Antiterrorista, la adopción de medidas para garantizar la seguridad de los cargos públicos en Euskadi. Entre esas medidas, que deberán contar con el apoyo del Gobierno vasco, figura la creación de una mesa de partidos en Euskadi presidida por el consejero vasco de Interior, Javier Balza, para analizar la estrategia antiterrorista. Zapatero pedirá una reunión con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, para analizar 'caso por caso' y 'municipio por municipio' la seguridad de los concejales.

El PSOE pretende recomponer la unidad democrática contra ETA apoyándose en algunos compromisos políticos previos que deberían asumir todos los partidos democráticos, como no hacer oposición al Gobierno vasco en materia de seguridad a cambio de participar en la política antiterrorista a través de la mesa de partidos presidida por Balza.

También reclaman los socialistas un consenso entre todos los partidos democráticos para evitar que Batasuna se pueda convertir en la formación clave ante la votación de determinadas leyes en el Parlamento vasco. El plante de PSE y PP en las sesiones plenarias del Parlamento de Vitoria en las que el Gobierno vasco tramitaba los Presupuestos de 2002 permitió a Batasuna erigirse en la formación política que desbloqueó las cuentas, cuya aprobación definitiva vuelve a estar ahora en manos de la coalición abertzale.

Tras la reunión de la ejecutiva federal socialista en Barcelona, Rodríguez Zapatero subrayó que un Estado de derecho tiene que 'garantizar el ejercicio libre de un cargo público en todo el territorio nacional'. Esto es una obligación de todos los demócratas, dijo, pero sobre todo de los gobiernos, tanto el central como el del País Vasco.

El dirigente socialista ofreció la colaboración del PSOE para conseguirlo, pero renunció a detallar las medidas que reclama, aunque anunció que están incorporadas a la ponencia base elaborada por la gestora del Partido Socialista de Euskadi. En ese texto se propone 'el establecimiento de una mesa de contactos y reuniones del consejero vasco de Interior con representaciones de todos los partidos democráticos para tratar en común toda la problemática de la seguridad y el seguimiento de la acción policial contra ETA y la violencia callejera'.

Zapatero recordó que uno de los aspectos del Pacto Antiterrorista es, precisamente, que sus firmantes se comprometen a tratar allí todas las cuestiones relacionadas con él, como es la seguridad de las personas amenazadas. 'A mí me gusta ser leal', dijo para justificar que no precisara las iniciativas que los socialistas van a proponer.

Situación encauzada

La impresión transmitida por Zapatero a los miembros de la ejecutiva es que la situación interna del partido en Euskadi está 'encauzada' tras la crisis desatada por la dimisión de Nicolás Redondo como primer secretario del PSE. Redondo no asistió a la reunión de la ejecutiva federal convocada ayer en Barcelona, pese a que es miembro de ese organismo. Zapatero anunció que abordará personalmente con el ex secretario general de los socialistas vascos su futuro en la dirección socialista cuando regrese de México, hacia donde parte hoy para una visita de una semana.

Según explicaron miembros de la ejecutiva a este periódico, el secretario general del PSOE mostró su confianza en que la 'magnífica ponencia' elaborada por la gestora del PSE para el próximo congreso extraordinario -un documento de 60 folios que tras hacer un balance histórico rechaza 'ahora' pactos con el PNV y censura la política del Gobierno de José María Aznar en Euskadi- permitirá a los socialistas vascos salir de la situación a pesar de 'la presión mediática' del entorno del PP. Ya en público, Zapatero reclamó de nuevo a José María Aznar que 'deje de hurgar en el partido socialista'.