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EL FUTURO ENERGÉTICO ANDALUZ

El Ejecutivo plantea subir la emisión de CO 2 por encima del tope español de Kyoto

Ni los océanos ni los vegetales son ya capaces de neutralizar la totalidad de las emisiones de anhídrido carbónico (CO2) que se producen en el mundo. El excedente calienta la atmósfera y, en consecuencia, provoca una subida del nivel de las aguas, el aumento de la desertización y la inadaptación de animales y plantas a las nuevas temperaturas. Hay evidencias: el nivel de los océanos ha crecido de 10 a 25 centímetros y el espesor medio de los bancos de hielo se ha rebajado en un 40% en los últimos 50 años. El principal causante de este fenómeno, conocido como cambio climático, es el CO2. El 81% del gas que se inyecta a la atmósfera por actividades humanas se genera durante la combustión de fuentes fósiles de energía.

La producción y el consumo de energía también están estrechamente ligados a otro grave problema medioambiental: la lluvia ácida. Las grandes cantidades de óxidos de azufre (SO2) y de nitrógeno (NOX) que se emiten en los procesos energéticos aceleran la degradación de los bosques mediante la defoliación de las plantas debido a la lluvia de ácidos sulfúrico y nítrico, que se forman en la atmósfera al reaccionar el SO2 y el NOX liberados con el agua, el oxígeno y la luz solar.

El Protocolo de Kyoto, aprobado en 1997, establecía el compromiso de 38 países industrializados para reducir la emisión de gases de efecto invernadero, aunque esta iniciativa sufrió una gran fisura con la decisión de George Bush de retirar a Estados Unidos del acuerdo. Por el contrario, la Unión Europea, que aportó el 14% de las emisiones mundiales de anhídrido carbónico en 1997, mantiene su apuesta por el ahorro energético, las energías renovables (se establece el 12% para la producción en 2010) y la reducción, entre 1998 y 2012, en un 8% de las emisiones de CO2 respecto a las de 1990.

La producción de electricidad y vapor es responsable de un tercio de estas emisiones, seguida de la actividad del transporte, que genera el 28%, o la industria (un 16%). Los hogares liberan el 14% del CO2 emitido en la UE.

El compromiso español, por su situación energética de partida, no contempla la reducción de este gas, sino una limitación del crecimiento de las emisiones del 15%. En el borrador del Plean, la Junta de Andalucía recurre al desigual reparto comunitario para demandar del Gobierno central una 'regionalización justa' de las tasas de variación de emisiones, que le permitan superar el 15%. 'Las mismas razones que han permitido a España tasas de emisiones positivas dentro de un acuerdo global de reducciones de emisiones, le permitirían a Andalucía contar con cuotas de incremento superiores al objetivo nacional sin que por ello estuviéramos incumpliendo los acuerdos de Kyoto', señala el documento.

A pesar de reclamar un escenario de crecimiento, el PLEAN plantea una notable reducción de las emisiones de gases contaminantes que se originan en el proceso de generación de electricidad, responsable de un tercio del CO2 liberado. Si bien se incrementará notablemente la generación eléctrica -llegando incluso a invertir el saldo negativo para exportar energía- las emisiones disminuyen en un 53,1% en el caso del SO2 , en un 35,9% en el NOX y en el 18,9% en el CO2 debido al uso del gas natural y al aprovechamiento de recursos renovables.

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