La asociación contra el acoso moral en el trabajo exige medidas legales

La Asociación vasca contra el Acoso Moral Hirigoyen, que acaba de constituirse, reclama medidas legales contra un fenómeno cada vez más reconocido y que consiste en la conducta hostil y abusiva contra una persona en su trabajo. Este tipo de acoso, conocido con el término inglés mobbing, podría afectar globalmente al 10% de los empleados y en la comunidad vasca a unas cien mil personas, según afirmaron ayer en Bilbao los promotores de Hirigoyen. 'Las conductas son todas aquellas que cualquiera pueda imaginar y que sirven para conseguir destrozar y acabar con alguien', señaló Jesús Pérez Bilbao, del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.

La presidenta de Hirigoyen, Esther Flores, quien padeció acoso moral personalmente, criticó la ausencia de legislación en la materia y recordó que en países del norte de Europa y en Francia se castiga con penas de cárcel y multas económicas. 'Actualmente, la única forma de resolver el problema es coger una baja por invalidez o dejar el trabajo', subrayó.

Pérez Bilbao señaló que el acoso moral atenta contra la seguridad laboral de los trabajadores, aunque no haya nada explícito legalmente. 'Es un atentado contra la ley y ya empieza a haber sentencias que apuntan en esta línea', afirmó.