_
_
_
_
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

En el invierno

No es difícil descubrir los signos de la confusión en la noche en que tu padre agoniza allá, en la ciudad lejana: el viento de hielo que llega desde las tierras cubiertas de nieve, la lluvia lechosa que se convierte poco a poco en niebla densa. Los augurios están ahí aunque no quieras verlos mientras esperas que la madrugada rompa y te traiga la noticia imposible, la buena nueva que no habrá de llegar. Camilo José Cela -el CJC de La colmena- hubiera contado su muerte prestando atención a esas mil historias que rondan la que de veras importa y no se menciona jamás de otra forma que por medio de la elipsis. Nadie puede escribir su propio abandono pero, en este caso, disponemos ya de las claves suficientes a través de toda una obra para entender que la única emoción que CJC hubiese rechazado en sus últimos momentos sería la de la piedad.

Más información
Muere el último Nobel español
Iria Flavia despide a Cela bajo la lluvia

Quien se muere no es sólo un escritor de culto, premio de todos los premios. Es tu padre y, ahí, naufragan los tópicos al uso. Sabes que los médicos lo han desahuciado, lo presientes débil, preso de unos órganos que le fallan. Hace años, más años de los que tiene mi hija, que es su nieta, mi padre sufrió una operación a vida o muerte, tan seria como para que su gran amigo José Luis Barros, el cirujano que debía operarle, quisiese tenerme en su casa, junto a la biblioteca, para advertirme acerca de las minúsculas probabilidades que existían de que sus pulmones aguantasen. Aguantaron eso y muchas otras cosas que habrían de llegar luego hasta que, en este invierno oscuro y húmedo, han dicho basta.

Quedan atrás los recuerdos de una vida diferente, hermosa, cruel, desmedida. Queda la sensación de lejanía, la voluntad de hurtarte al recado que te habrá de llegar cuando estás en las aulas. Queda la certeza aguardada que querrías alejar mientras la puerta se abre, y te llaman, y, de pronto, lo que ya sabías se convierte en testimonio por medio de lo que han oído en una crónica de la radio. Tu padre ha muerto y, ya ves, tú te quedas de golpe mudo y sordo. Siempre hace mucho frío cuando el calor se te escapa del alma.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_