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El 'lehendakari' afronta de nuevo los Presupuestos pendiente de la oposición

Sólo una abstención permitiría su aprobación

Los Presupuestos del Gobierno vasco no están todavía a salvo de sobresaltos ni tienen garantizada su aprobación en el Parlamento. El debate en comisión, que se inicia hoy, puede aún enviarlos a la cuneta o provocar que salgan de él muy maltrechos. Sólo la abstención de algún grupo permitiría la aprobación de las partidas, pero PP y PSE ya han anunciado que votarán en contra en todas las fases.

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La derrota de las enmiendas de devolución, finalmente debatidas el día de Nochevieja gracias al quorum facilitado por Batasuna, y el fin del plante de la oposición no significan que el proyecto de ley de Presupuestos tenga el camino despejado, aun cuando ya no deba someterse a votación de manera global.

La composición de las comisiones en el Parlamento vasco iguala en representación a los grupos del Gobierno con los de la oposición. Tanto PNV, EA e IU por un lado, como PP, PSE y Batasuna, por otro, tienen nueve diputados en ellas. En caso de empate, está establecido el recurso al voto ponderado, con el que los grupos de la oposición suman 39 escaños, frente a los 36 del Gobierno.

Así, del mismo modo que la oposición podría haber forzado la devolución de las cuentas al Gobierno si su aceptación o rechazo hubiera dependido de una votación única, como en otras ocasiones, ahora tiene en su mano dejar pasar (con la abstención de algún grupo) o rechazar (con los votos de todos en contra) las partidas, secciones y articulado del proyecto y el dictamen a la parte no enmendada que se votan en comisión a partir de hoy y hasta el miércoles.

El Gobierno vasco puede retirar el proyecto de Presupuestos en cualquier momento antes de esta última votación, y tanto el PP como el PSE le han emplazado repetidamente a que tome ese camino y lleve a la Cámara uno nuevo. Pero el Ejecutivo de Juan José Ibarretxe no parece contemplar esa posiblidad y contraataca recordando que sólo la coincidencia con Batasuna permite al PP y al PSE ponerlo en peligro. El debate en Pleno será el día 23.

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El Grupo Socialista, que ya retiró sus enmiendas a la totalidad y se negó a participar en las votaciones como protesta por el actuación del presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, de forzar la votación por separado de las enmiendas de devolución, decidió el jueves por el mismo motivo retirar también sus 439 enmiendas parciales. El portavoz del grupo, Rodolfo Ares, aseguró que su postura será 'votar no a los Presupuestos hasta el final'.

Otro tanto hará el PP, que sí mantiene sus 612 enmiendas. El portavoz de este grupo, Leopoldo Barreda, recalcó que 'el Presupuesto no sale sin que alguien se abstenga' y espera a ver si Batasuna da algún tipo de facilidades al Gobierno, lo que a su juicio demostraría la existencia de acuerdos, si no con el Gobierno, sí con el grupo parlamentario del PNV.

El PP, además, ultima un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional contra la actuación del presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, al considerar que su decisión sobre el sistema de votación de las enmiendas de devolución favoreció al PNV. Lo presentará, según Barreda, este mismo mes.

Para la votación de los Presupuestos, Batasuna conserva 96 enmiendas y sólo votará las suyas. Por tanto, ninguna de las enmiendas tiene posibilidad alguna de ser aprobada si los grupos del Gobierno no quieren.

El procedimiento habitual somete a votación primero cada enmienda y luego la partida o el capítulo enmendado. Por último se vota el dictamen con todas las partidas no cuestionadas y sobre las que la oposición no se haya reservado votos particulares para el Pleno. Y es en todas esas votaciones donde los grupos de la oposición, cada uno por sus razones, pueden coincidir en el voto negativo, derrotando al Gobierno. Una situación, por cierto, que se planteará en la discusión de cada proyecto de ley que el Ejecutivo lleve a la Cámara, dada su posición de minoría.

El Gobierno, constituido en julio, no ha remitido aún al Parlamento un calendario legislativo, cosa que sí hizo en la anterior legislatura, aunque luego no pudo cumplirlo. Aunque el portavoz del Gobierno, Josu Jon Imaz, señaló en noviembre que el calendario de compromisos legislativos se enviaría a la Cámara 'en breve', fuentes cercanas a la vicelehendakari eluden la cuestión y se escudan en que no existe obligación legal de hacerlo.

El jueves, la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, se reunió por separado con los grupos parlamentarios del PSE y el PP en un último intento de pactar algunas enmiendas parciales, pero se encontró con una cerrada negativa a contemplar cualquier acuerdo si ante no hay un cambio político de profundidad. Fuentes cercanas a los asistentes a estas reuniones afirman que encontraron a la vicelehendakari 'consciente y resignada' a que el proyecto de Presupuestos salga del Parlamento con importantes 'agujeros' y 'petachos' y , en la práctica, 'ingestionable'. Zenarruzabeitia excluyó de esos contactos a Batasuna, como ya hizo en la primera presentación del proyecto, en una actitud que molesta profundamente a ese grupo político.

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