Ibarretxe descarta un acuerdo con Batasuna y asume el posible rechazo de los Presupuestos

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, no va a pactar con Batasuna los Presupuestos para 2002 pese a que los miembros de la Mesa Nacional se lo ponen en bandeja. A cambio de pocas partidas simbólicas sobre Udalbiltza (asociación de municipios vascos) y el proyecto de Biblioteca Nacional, el PNV se garantizaría la aprobación de las cuentas. Sin embargo, el portavoz del Gobierno, Josu Jon Imaz, dijo ayer que asumen los riesgos, pero que si Batasuna no cambia de actitud ante la violencia, no habrá pacto. 'Que expliquen PP y PSE por qué prefieren coincidir con Batasuna a dialogar con nosotros', se preguntó Imaz.

Ante la eventualidad de que el Gobierno vasco cambia de opinión, el parlamentario de Batasuna Antton Morcillo dijo que su formación va a mantener las enmiendas parciales, rechazadas el pasado lunes, para el pleno del martes 23. Batasuna, que perdió siete escaños en beneficio del PNV en las elecciones autonómicas del 13 de mayo, está intentando por todos los medios llegar a un acuerdo con los partidos del Ejecutivo (PNV, EA e IU) similar al que fructificó en los Presupuestos de 2000. Y para ello, primero facilitó el quórum el día de Nochevieja, en el debate de enmiendas a la totalidad, rompiendo el bloqueo del PP y PSE para que los Presupuestos siguieran adelante. Pero, a pesar de ese gesto, el PNV, EA e IU sólo aceptaron siete de las 96 enmiendas de Batasuna.

En segundo lugar, y a pesar de ese desplante, y de la 'prepotencia del PNV', Morcillo lanzó ayer, de nuevo, una 'oferta política para avanzar hacia la construcción nacional a través de los presupuestos'.

La abstención de Batasuna en la votación al articulado de la ley despejaría el camino de las cuentas para 2002. En caso contrario, si los partidos del Gobierno no aprueban ninguna de las enmiendas parciales de la izquierda radical, la formación de Arnaldo Otegi votará no, junto al PP y PSE.

Escenarios

Según dijo Imaz, el Ejecutivo está asumiendo esa posibilidad, pero no aclaró el camino que tomará si finalmente esto sucede. Mientras tanto, el PNV, que por la mañana calificó de 'grave y escandalosa' la situación que se ha creado en la Cámara, trabaja en una posible salida en caso de que Batasuna, PSE y PP coincidan en su rechazo al Presupuesto.

Así, el partido de Arzalluz estudia la posibilidad legal de suplir la falta de articulado con la Ley General de Régimen Presupuestario, al entender que ya disponen de la cifra general de gastos e ingresos, así como su distribución por departamentos y programas a través de las partidas enmendadas y no enmendadas.

El Gobierno vasco evitó pronunciarse con claridad sobre si existe o no ese resquicio legal que le permita disponer de cuentas pese al rechazo de la Cámara al articulado de su proyecto. En ese caso, el Parlamento haría historia y tendría los primeros Presupuestos democráticos sin haberlos votado en su integridad ni una sola vez durante el proceso de tramitación.

El portavoz de EA, Rafael Larreina, emplazó a Batasuna a que se defina de una vez por todas: 'Son ellos los que tienen que aclarar su contradicción de hablar permanentemente de construcción nacional y luego votar en contra de los Presupuestos siguiendo fielmente la estrategia dictada por el ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja para el País Vasco, desde Madrid'.