PP, PSE y Batasuna tumban en comisión la parte principal del Presupuesto vasco

El debate de los Presupuestos del Gobierno vasco para 2002 se complica día a día. Ayer, los tres partidos de la oposición -PP, PSE y Batasuna- tumbaron el articulado de la ley de Presupuestos, es decir, la parte que regula el procedimiento para gestionar las cuentas, pese a que esta última formación había pactado siete enmiendas parciales con PNV, EA e IU. Así las cosas, el Gobierno afronta el pleno definitivo del día 23 con problemas. Si Batasuna vuelve a votar en contra junto a PP y PSE, se vería abocado a la prórroga o a buscar una nueva fórmula jurídica para salvar el Presupuesto.

Ése podría ser el resquicio al que se aferró ayer el presidente de la comisión de Economía y Hacienda, Juan María Juaristi (PNV), cuando al filo de las 20.00, y después de una larga jornada de votaciones, dejó la puerta abierta a un final sorprendente para el debate de los Presupuestos de 2002. Sería un desenlace a tono con todo el desarrollo del trámite parlamentario, que ha sido cualquier cosa menos tedioso. Ahora, los partidos del Gobierno cuentan con una cifra de gastos (5.931 millones de euros, 984.546 millones de pesetas) y de ingresos global, que consolidó la polémica votación de las enmiendas a la totalidad del día de Nochevieja. Y además disponen de un dictamen de la comisión en el que ha salido adelante tanto las partidas económicas del proyecto como la cifra global de ingresos y gastos del mismo. Pero los tres partidos de la oposición han dejado al Gobierno tripartito (PNV, EA e IU) de Ibarretxe sin la parte dispositiva de la ley -la que regula el sistema para gestionar las cuentas- al rechazar gracias a su mayoría (39 escaños, frente a los 36 que suman los partidos del Ejecutivo) sus 29 artículos.

Ésa es la situación que el Gobierno tiene que salvar el día 23 en el pleno definitivo. El articulado del proyecto de ley irá al pleno no como parte del dictamen de la comisión, sino como una enmienda de los partidos que lo apoyan. Si el PNV no se aviene a negociar con Batasuna, es probable que la formación de Arnaldo Otegi vuelva a votar con PSE y PP contra el articulado. En ese caso, Ibarretxe tendría que retirar el proyecto y asumir otra prórroga presupuestaria o buscar una salida forzada, a tono con la que abrió el debate del proyecto: suplir el articulado rechazado por el de la Ley de Régimen Presupuestario, que establece los límites de unas cuentas públicas.

Debate castrado

A tono con la conflictiva tramitación de los Presupuestos, el debate de las enmiendas parciales arrancó castrado por la retirada de las 439 enmiendas de los socialistas y la decisión del PP de sumarse a esa medida: retiró las 612 suyas al comenzar la comisión. Sólo Batasuna negoció con los partidos del Gobierno teniendo a los diputados de PSE y PP de espectadores mudos. PNV, EA e IU han alcanzado un acuerdo con Batasuna sobre el contenido de ocho enmiendas, pero el propio Otegi las calificó de migajas y aseguró que 'no hay ningún pacto oculto con el PNV y EA', a los que acusó de 'arrogantes'. Apenas faltaba una hora para que se produjera la votación del articulado cuando Otegi advirtió: 'Si quieren problemas los van a tener'. Poco después sumó sus votos a PP y PSE, abriendo otro hasta el día 23 para forzar al PNV a una negociación.

Los enmiendas aprobadas con Batasuna van a incrementar las subvenciones a las fiestas de las ikastolas de Navarra y del País Vasco francés; aumentan la dotación para la Universidad Vasca de Verano (en euskera) y para las Casas Vascas, y elevan la financiación para euskaldunizar el Servicio Vasco de Salud y potenciar las federaciones deportivas vascas. En total, 1,4 millones de euros. A su vez, la abstención de Batasuna permitió introducir una enmienda para financiar con 450.000 euros (75 millones de pesetas) las actividades de la Udalbiltza (Asociación de Minicipios Vascos que controla el PNV y EA). El otro partido del Gobierno, IU, no secundó a sus socios en este punto y se abstuvo.