Los intereses de la diversidad y la multicultura

Jean-Marie Messier sostiene un discurso complejo, alejado tanto de la recuperación nacionalista como de quienes le acusan de hacer cine-MacDo. 'No creo en una cultura global pero sí en culturas locales capaces de enriquecerse mutuamente. Mi filosofía personal', añade Messier, 'es la de un entusiasta de la diversidad, el mestizaje y el multiculturalismo'. Esas palabras hay que completarlas con otras más recientes, menos filosóficas y más pragmáticas: 'A Vivendi Universal le interesa tener por un lado un actor estadounidense importante y muy dinámico, y por otro lado que Canal + y StudioCanal sean sus principales apoyos en la industria francesa'. La cuestión está en saber si a los estadounidenses se les reserva el mercado mundial y a los franceses -e italianos, polacos o españoles- sólo se les deja competir por su mercado nacional. Para la Sociedad de Realizadores de Films, 'Messier sueña con un mundo en el que sólo habría una idea, la suya'.

Vivendi Universal es un grupo gobernado por una ambición transnacional. Messier insiste en que 'la diversidad cultural nació en Europa, un continente que tiene mucho que enseñar al mundo'.

Son palabras tranquilizadoras, de productor que piensa que la democratización cultural pasa por hacer accesible la cultura de élite a la mayoría. Pero esa accesibilidad resulta más rentable si centra sus esfuerzos en unos pocos productos, esos que todo el mundo quiere ver, leer o escuchar, optimizando así la inversión publicitaria y reduciendo el riesgo de la inversión.