¡Papeles, papeles, por favor!
Soy una inmigrante ucraniana que como tantos otros salió huyendo en agosto de 2000 de la miseria, la falta de trabajo, las mafias, etcétera, con la esperanza de poder luchar por un futuro mejor que me era negado en mi país. Allí dejé lo más importante que puede dejar una persona: una familia, un marido y dos hijos, de 20 y 15 años.
No me puedo quejar como otros del trato que yo he recibido, puede decirse que 'yo he tenido suerte' y que, aunque trabajo en el servicio doméstico, trabajo no me falta y consigo poder mantener a mi familia y a mí misma. También me he encontrado con algunas personas y ONG dispuestas a ayudar a los inmigrantes.
En el mes de enero de 2001 presenté ante la oficina única de extranjeros de la Comunidad Autónoma de Murcia toda la documentación necesaria para la solicitud de los permisos de trabajo y de residencia y de la que no he recibido ninguna contestación. En el mes de julio me acogí a la regularización extraordinaria promovida por el Gobierno por razones de arraigo, para aquellos inmigrantes que estaban en España sin papeles y podían demostrar su estancia en este país desde antes del 23 de enero de 2001, de la que tampoco he recibido contestación.He intentado, sin éxito, que mis hijos pudieran venir a verme. Para ello, un ciudadano español necesita realizar ante notario una carta de invitación, en la que se compromete a correr con todos los gastos de viaje, estancia y manutención, así como asumir todas las responsabilidades civiles y penales que de su estancia en el país podría devenir. Y ni con esta carta me está permitido poder ver a mis hijos, pues necesito tener regularizada mi situación en España.
¿Cómo es posible que en 11 meses el Gobierno español no haya tenido tiempo de contestar las solicitudes de los permisos? ¿Para qué se realizan regularizaciones 'extraordinarias' si los procedimientos son tan lentos como los normales? ¿Son las mafias las únicas vías que dejan a los inmigrantes para poder reunirse con sus familias? Si esto es así, a quién habrá que perseguir: ¿a las mafias o a los gobiernos que las fomentan?
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