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Cuatro millones de ordenadores acabarán en los vertederos por la falta de un plan de gestión de residuos

Soledad Alcaide

Un ordenador es como un coche. Se compra por un dineral y al día siguiente ya ha perdido buena parte de su valor. Pero cualquier vehículo se coloca sin problemas en el mercado de segunda mano, que apenas se ha desarrollado para los equipos informáticos. El rápido avance de la tecnología provoca, además, que los ordenadores queden obsoletos antes de cinco años. Y la mayor parte de ellos acaba en los vertederos, puesto que no existe un sistema integrado de ámbito nacional que gestione la recuperación o el reciclado de estos equipos inútiles, que tienen componentes muy contaminantes.

El parque de ordenadores domésticos de España se situaba en 2000 en 3,8 millones de unidades, según datos de la Asociación Española de Empresas de Tecnologías de la Información, que aún no cuenta con cifras de 2001. Todos ellos se convertirán en basura electrónica antes de 2005 y entre sus componentes se encuentran sustancias tóxicas, como fósforo o mercurio. También hay metales preciosos, como oro y plata. Aunque son sustancias muy localizadas, sólo una gestión adecuada puede impedir que desecharlas acabe siendo un peligro para el medio ambiente o, simplemente, un desperdicio inútil.

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En la Ley de Residuos se responsabiliza al productor de cualquier tipo de desecho de su retirada. Es la vieja ley de 'el que contamina, paga'. Pero aún queda todo un desarrollo legislativo que plantee cómo ha de ponerse en práctica. 'Esto debería estar coordinado por el Ministerio de Medio Ambiente', se queja Javier Nicolás, director general de Calidad Ambiental de Castilla-La Mancha.

En principio, la gestión de los residuos es competencia autonómica. Hasta ahora sólo la Comunidad Valenciana y La Rioja han desarrollado un plan específico de tratamiento de ordenadores fuera de uso. En la primera, a través de una empresa, Vaersa, que ha desarrollado ya un proyecto piloto de recogida y destrucción o reciclado de sus elementos. En él se ha constatado que se pueden reutilizar un 99% de los equipos. En La Rioja son los propios distribuidores quienes recogen los equipos.

El resto de autonomías se dividen entre las que (como Andalucía) preparan un borrador de reglament, las que dejan a los particulares la responsabilidad de llevar sus ordenadores a centros de recogida (como Madrid, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha y el País Vasco) y las que aún no han hecho nada.

Algunas de estas últimas, como Cataluña y Navarra, aseguran estar pendientes de que entre en vigor la directiva europea sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, que llegará a primeros de año. Pero su aterrizaje tampoco se recibe como el fin de los problemas en el sector. El principal motivo es que se deja la recogida de los equipos a los fabricantes, repartida según cuotas de mercado, sin tener en cuenta que muchos usuarios no adquieren marcas (sino los llamados ordenadores clónicos o equipos sin marca) y que se compra mucho por Internet.

El presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Asociación Española de Empresas de Tecnología de la Información, José Luis Muñoz, explica que 'muchas empresas tendrán que hacerse cargo de ordenadores antiguos, cuando a lo mejor antes no colocaban ordenadores en el mercado' y que 'muchas marcas harán frente a los clónicos, lo que no es justo'. Muñoz ha trasladado estas pegas al Ministerio de Medio Ambiente, que todavía tendrá que regular sobre esta cuestión, una vez que entre en vigor la directiva europea.

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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