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CARTAS AL DIRECTOR
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La sartén por el mango

Un hombre adulto disfruta de su café soluble frente a la ventana, el campo nevado, mejor, el mar bravío bajo el temporal; lejos, el ruido del tráfico, las luces de neón, los olores a combustible quemado.

A cierta distancia de la gran urbe se vive bien, tranquilo... e irremediablemente incomunicado.

Siento romper el encanto, el rumbo que parecía tomar mi relato, para denunciar la omisión de socorro a la que mi familia y yo nos vemos sometidos por parte de Telefónica.

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Vivo en una zona rural, a 1,1 kilómetros de la línea de teléfono más cercana; a Telefónica no le resulta rentable extenderla hasta mi casa y me niega insistentemente la posibilidad de instalación de un teléfono por ondas, porque ya no están subvencionados por la Junta de Andalucía.

Perdón, señora, le digo yo a la amable voz que me habla desde el otro lado del hilo, ése no es mi problema; por el tono de su réplica deduzco que el suyo tampoco. Me informa de que mi petición ha sido cancelada. ¿Por qué? ¿Quién lo ha hecho? Fue entonces cuando aprendí que al resultarles insignificante lo que para mí es un problema, simplemente lo hacen desaparecer a la espera de que se me olvide.

He instalado una alarma en mi bonita casa, siguiendo el consejo de mi presidente del Gobierno, sistema inútil si no puedo conectarlo con la central.

Hay una solución, desembolsar aproximadamente un tercio de mi sueldo en hacer que me instalen un aparato antiladrones que se conecte a mi línea de teléfono, ¡chan, chan! Movistar. Impecable.

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