El último pleno del año aumenta la crispación entre Gobierno y oposición

PP y PSOE convirtieron ayer el último pleno del Congreso de los Diputados en 2001 en una enorme bronca, recopilatoria de sus enfrentamientos de las últimas semanas. En protesta por las reformas introducidas por el PP en el Senado abusando de su mayoría, según varios grupos de la oposición, el PSOE -junto a IU, el PNV, el BNG y otros partidos del Grupo Mixto- renunció a participar en la votación de los Presupuestos Generales del Estado, la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas, la Ley de Financiación Autonómica y la Ley de Financiación para Ceuta y Melilla.

El último pleno del Congreso en este año recibió para su aprobación definitiva cinco proyectos de ley que habían sido notablemente enmendados y corregidos por iniciativa del Gobierno en el Senado, muchas veces por sorpresa y casi sin capacidad de reacción de la oposición. Al final, el Congreso acabó aprobando, con los votos del PP, CiU y Coalición Canaria, las enmiendas introducidas en el Senado a la Ley de Presupuestos Generales del Estado, la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas que la acompaña, otra ley financiación para Ceuta y Melilla, la Ley de Financiación de las Comunidades autónomas y la Ley Orgánica Universitaria (LOU).

El vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, recriminó al PSOE, con nuevas alusiones al pasado. 'Puedo entender que desde el punto de vista político económico los partidos no coincidan; es lo normal en una democracia. Pero ausentarse en unas votaciones es una medida que creo que encaja con una frase que dijo Felipe González: lo malo de marcharse es que hay que volver'. El PP, al igual que el PSOE, no ha entrado en el salón de votaciones del Parlamento vasco para impedir, en dos ocasiones, que se aprueben los Presupuestos vascos para 2002.

El PSOE se alió ayer con IU, PNV, BNG y el resto del Grupo Mixto para boicotear, al menos simbólicamente, la 'tropelía y el desprecio democrático' del Gobierno de José María Aznar al retocar 'abusivamente' en el Senado, sin atender a los requerimientos de la oposición, todos los proyectos de ley sometidos ayer a votación final en el Congreso. El PSOE materializó esa protesta quedándose en el hemiciclo durante las votaciones pero sin ejercer el derecho al voto. La mayoría del Grupo Socialista acompañó esa actitud con el gesto de levantar las manos y corear: '¡Manos arriba, esto es un atraco!'.

Los socialistas sólo votaron la LOU, y lo hicieron para expresar su rechazo. Los diputados de IU esgrimieron una cartulina con el lema 'LOU, no'. La ley fue mayoritariamente aprobada y el grueso de diputados del PP reconfortó con aplausos a la ministra Pilar del Castillo, puesta en pie, quien tuvo escuchar a la vez una sonora reprobación de los socialistas.

El colofón lo puso una diputada del PP que aprovechó una referencia a un convenio laboral con Marruecos, que había sido aceptado por el PSOE antes del verano, para volcar sobre José Luis Rodríguez Zapatero todas las acusaciones que le ha realizado el Gobierno por su reciente viaje a Rabat. El PSOE protestó pero no obtuvo el amparo de la presidenta de la Cámara, Luisa Fernanda Rudi.

Los respectivos portavoces de los partidos integrantes del bloque opositor coincidieron en denunciar 'el atropello democrático' que suponía, a su juicio, haber utilizado el Senado para presentar enmiendas con reformas de amplio calado sin dar oportunidad al Congreso a que las debatiera.

El PP defendió esas enmiendas, en medio de la ausencia de todos los miembros del Gobierno, que sólo entraron en el hemiciclo en el momento de la votación, encabezados por los ministros de Economía y de Hacienda, Rodrigo Rato y Cristóbal Montoro, respectivamente. El PP reprochó al PSOE 'hacer seguidismo de grupos marginales'. Por primera vez no hubo aplausos del grupo mayoritario para celebrar la aprobación de los Presupuestos en las Cortes.

Apoyos y rechazos de CiU

El último pleno del Congreso tuvo momentos muy borrascosos por los múltiples reproches que cruzaron con el PP tanto el PSOE como IU, PNV y Grupo Mixto. Coalición Canaria aprobó todas las modificaciones realizadas en el Senado, en tanto que CiU intercaló los apoyos y los rechazos, según los casos.

El bloque formado por la oposición renunció a debatir las enmiendas procedentes del Senado y optó por denunciar que el PP haya convertido el Senado en una Cámara de 'errores y horrores', en expresión del portavoz socialista, Jesús Caldera. Éste lamentó la 'tropelía' gubernamental de utilizar la Cámara alta para crear el impuesto de hidrocarburos, a través de una enmienda y no de una ley, y de fijar tasas de seguridad ferroviaria y portuaria. Y, sobre todo, le reprochó que haya obligado a las comunidades autónomas a que acepten las transferencias de Sanidad, o cualquier otra, so pena de no aplicarles el nuevo sistema de financiación autonómica.

El portavoz de IU, Felipe Alcaraz, señaló que el PP 'ha retirado las urnas, y no han permitido enmendar la enmienda'.

El portavoz popular, Luis de Grandes, rechazó todas esas acusaciones. 'Estamos a favor del diálogo, pero el grupo mayoritario no puede abdicar de su responsabilidad de gobernar', adujo. 'El PSOE ha decidido unirse a los grupos marginales', interpretó, y luego reprochó su ausencia a Rodríguez Zapatero en el pleno, que duró once horas. De Grandes ironizó sobre la situación del PSOE, al que recomendó un 'congreso de unificación de criterios'.

Los portavoces del PP en la discusión de estas leyes, Jordi de Juan y Vicente Martínez Pujalte, arremetieron también contra el PSOE y defendieron las enmiendas parciales introducidas en la Cámara alta en ausencia en el banco azul de los ministros Rato y Montoro. Pilar del Castillo, ministra de Educación, y Federico Trillo, titular de Defensa, sí estuvieron durante todo el debate de sus respectivas leyes en discusión: LOU y Centro Nacional de Inteligencia. Montoro tuvo horas después una intervención para defender la prórroga del Concierto vasco.

Rato y Montoro, junto a otros ministros, salieron de la zona reservada al Gobierno justo para votar las leyes económicas citadas. Al ser enmiendas introducidas en el Senado no hubo votaciones totales sino exclusivamente de las modificaciones.