Zapatero exige a Aznar que supere su 'alergia al diálogo' y su grupo suspende a ocho ministros
El presidente reprocha al secretario general del PSOE 'tener 17 políticas y ninguna seria'
El PSOE utilizó ayer el último pleno del Congreso de este año para 'suspender' por su incapacidad a ocho ministros del Gobierno y a su presidente, José María Aznar, por su soberbia. La propensión de Aznar a 'no escuchar', su uso inadecuado de la mayoría absoluta, su apropiación de 'España y la Constitución', y su 'alergia' a que los socialistas practiquen el diálogo fue la acusación que el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, construyó contra el presidente del Gobierno antes de exigirle que cambie de rumbo en el nuevo año. José María Aznar recordó que los ciudadanos han dado al PP, y no al PSOE, la mayoría absoluta para que gobierne. El presidente menospreció al líder socialista por tener '17 políticas y ninguna seria'.
La última sesión de control al Gobierno de 2001 fue utilizada por el PSOE para 'suspender' a ocho ministros del Gabinete de Aznar, según la expresión que utilizaron los parlamentarios socialistas para cuestionar su falta de 'diálogo, tolerancia y respeto'. La pauta fue marcada por el secretario general socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, que recriminó a Aznar, además, 'emitir en no sostenido' y su 'arrogancia' por 'escuchar sólo a los que le adulan'.
Ni Zapatero ni Aznar hicieron mención al viaje del líder socialista a Marruecos en esta sesión parlamentaria, aunque el primero afirmó que 'la alergia' del presidente al diálogo le lleva a molestarse porque los demás sí lo practiquen. 'La mayoría absoluta les ha dejado sordos, y si no se escucha, no se dialoga', sentenció Zapatero.
Y añadió: 'La mejor manera de demostrar que se es un patriota, que se apuesta por el diálogo, que se respeta y se tiene la tolerancia como virtud en la acción política, es no intentar tener el patrimonio de la razón, de la Constitución, ni de España; los españoles y el grupo socialista no vamos a consentir que esto sea así'.
El líder socialista citó como ejemplo de la carencia de diálogo la actitud del Gobierno con la comunidad educativa, con las autonomías y con la oposición parlamentaria. Recomendó incluso a Aznar malévolamente que visite alguna universidad. Estas críticas también fueron esbozadas por el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, en otra pregunta a Aznar sobre sus 'prejuicios' a la hora de generar conflictos institucionales con las autonomías en vez de aplicar 'el buen juicio'. Aznar lo negó apelando a la disminución de recursos ante el Tribunal Constitucional.
Los argumentos, primero de Llamazares, y después de Zapatero, fueron rechazados por el presidente del Gobierno, que citó de corrido los acuerdos con el PSOE sobre política antiterrorista y en materia de Justicia, además de los suscritos con sindicatos y otros parciales con comunidades autónomas. 'Sólo falta con ustedes un acuerdo sobre inmigración y no ha sido posible porque ustedes no se han puesto de acuerdo consigo mismos'. Así emprendió Aznar su contraataque político al PSOE con la generalización de una falta de acuerdo interno entre socialistas. 'Usted quiere que nosotros apliquemos su política, y eso no lo vamos a hacer, primero porque los españoles han dicho que prefieren la nuestra, y otra, porque usted puede tener 17 políticas, pero no tiene ninguna seria'.
Los suspensos
Los 'suspensos' a los ministros se repartieron de la siguiente forma: El portavoz del PSOE, Jesús Caldera, se lo dedicó al vicepresidente primero, Mariano Rajoy; el responsable de Economía, Jordi Sevilla, al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro; el portavoz de Exteriores, Manuel Marín, al ministro de Exteriores, Josep Piqué; Matilde Valentín, a la ministra de Sanidad, Celia Villalobos; Amparo Valcarce, a la titular de Educación, Pilar del Castillo; el portavoz de RTVE, Máximo Díaz Cano, al titular de Presidencia, Juan José Lucas, y la diputada Soledad Pérez Domínguez, al vicepresidente segundo, Rodrigo Rato. Jaume Matas, titular de Medio Ambiente, fue reprobado en una interpelación a cargo del diputado socialista Victor Morlán.
Marín le espetó a Piqué, en tono de advertencia, que 'con desprecio y con insidias' no iban a conseguir nada de los socialistas, que, aseguró, tienen voluntad de hacer 'política de Estado' en materia de Exteriores. Sevilla aconsejó a Montoro que abandonara sus maneras 'crispadas' ante el hecho que padecen los ciudadanos: 'Tienen menos dinero en el bolsillo y además les suben los impuestos'.
Valcarce, Díaz Cano y Valentín reclamaron por su parte 'respeto' de los ministros Del Castillo, Lucas y Villalobos a las críticas de los ciudadanos, de la sociedad y de la oposición a su gestión. Todos los ministros negaron esas acusaciones, defendieron con ahínco su actuación y salpicaron sus parlamentos con comparaciones sobre la situación de España cuando gobernaba el PSOE.
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