La gorra de un ácido nucleico
Margarita Salas dice que no es nada fácil encontrar el término adecuado cuando hay que traducir del inglés la terminología científica. No caer en tecnicismos y evitar dardos en la palabra. Puso como ejemplo un ácido nucleico que, de momento, no encuentra su equivalente en español. El ácido nucleico, que está bloqueado en su extremo (éste es el quid del problema), se denomina en inglés Cap RNA. 'Cap expresa muy bien que el ácido está bloqueado, pero si traducimos cap al español tenemos un ácido con gorra, y eso no tiene sentido'. ¿Y entonces? 'De momento no hay una traducción oficial, se me ocurre RNA bloqueado en su extremo, pero, claro, no tiene el grafismo del idioma inglés'.
Martín Municio asegura que la Academia ha estado tradicionalmente abierta a la presencia de científicos con mayor o menos vinculación literaria. Médicos, como Gregorio Marañón; matemáticos, como Echegaray; físicos, como Cabrera. Pero la presencia de las mujeres ha sido siempre más complicada. Margarita Salas es la tercera mujer que estará sentada en la Real Academia Española. Entrar en un foro donde la mayoría son hombres es para ella 'un reto adicional, porque se nos observa con mayor detenimiento'.
A esta científica que hace mucho tiempo que no toca una pipeta ('no puedo con tanta actividad, tengo que dejar que lo hagan otros') no le gusta que se la considere en los sitios 'por ser mujer, quiero que se me elija si me lo merezco'. Siente que las propias mujeres se han valorado poco, una actitud que ha contemplado a lo largo de su carrera. 'En los matrimonios entre científicos, que hay muchos, la mujer en general adopta una posición en segundo plano, y no me gusta. Yo tuve la fortuna de contar con un marido, también científico, que me ayudó a ser independiente. Creo que las mujeres nos debemos ganar lo que nos den a pulso. No quiero ser una mujer cuota'.
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