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Investigadores cordobeses consiguen alargar la vida útil de pulmones para trasplantes

Un trabajo experimental con perros prolonga la supervivencia de los órganos de 6 a 28 horas

Un equipo multidisciplinar de investigadores del hospital Reina Sofía de Córdoba ha conseguido prolongar la vida extracorpórea de varios pulmones extraídos a perros hasta 28 horas, cuando la supervivencia habitual de este órgano está entre las 4 y las 6 horas. Todos los pulmones fueron posteriormente trasplantados sin que se produjese rechazo. Si este hallazgo se confirma en humanos, habrá una revolución en el mundo de los trasplantes: las distancias ya no serán un obstáculo para el transporte de órganos y se reducirán los rechazos y las infecciones.

La preservación pulmonar la han logrado los investigadores administrando a los animales donantes y receptores antitrombina III (AT III), una proteína que produce el propio cuerpo pero que en dosis más altas tiene una acción antiinflamatoria sobre el tejido trasplantado. La administración de AT III aumenta, asimismo, los niveles séricos de prostaciclina (otra proteína), que contribuye decisivamente a evitar el deterioro del órgano.

La corta vida del pulmón limita a 150 el número de trasplantes anuales en España

La vida del pulmón que va a ser trasplantado es muy limitada. Los especialistas no le otorgan más de seis horas de supervivencia desde que se extrae del cadáver hasta que se implanta en el receptor. La complejidad morfológica y funcional de este órgano complica aún más su manipulación. De hecho, el mayor daño lo sufre este órgano mientras es trasladado hasta el receptor. Quizá por eso en España sólo se realizan al año 150 trasplantes. En cambio, la lista de espera para recibir un pulmón no baja nunca de unas 70 personas.

El tiempo de isquemia pulmonar (periodo de tiempo transcurrido desde que éste se extrae del cadáver hasta que se implanta en el receptor) es el caballo de batalla de quienes se dedican a este tipo de trasplante. Según Ángel Salvatierra, jefe clínico del servicio de Cirugía Torácica del hospital cordobés y coordinador de la investigación, 'el fracaso primario de estos injertos es muy elevado. Entre un 15% y un 25% de los pacientes que reciben un pulmón sufre las consecuencias de su incipiente deterioro. Y, de éstos, un 60% fallece'. El resto, según este cirujano, sobreviven con una función muy limitada y expuestos a infecciones y al rechazo. 'De ahí que la investigación la hayamos centrado en el fallo primario del injerto', explica este cirujano torácico.

El convencimiento de que un adecuado control de la inflamación del pulmón evitaría su deterioro llevó a los investigadores a administrar AT III a los perros donantes y receptores con los que han realizado el estudio. Disponían de estudios recientes en los que quedaba probada la acción antiinflamatoria de la AT III, que, además, desempeña un papel fundamental en la regulación de la coagulación sanguínea.

Con estos datos, y utilizando 12 perros adultos de entre 18 y 31 kilos, por tener éstos una morfología pulmonar similar a la que tienen los pulmones humanos, los investigadores cordobeses administraron diversas dosis de AT III a los perros donantes y receptores. Los resultados no pudieron ser más positivos. Todos los pulmones que permanecieron 28 horas en inmersión en un suero salino normal, a 10 grados centígrados, y fueron posteriormente trasplantados, funcionaron con absoluta normalidad durante los 180 minutos posteriores a su implantación, tiempo que los investigadores consideran suficiente para validar el estudio.

Los investigadores concluyen que, aunque no son muy conocidos los mecanismos que intervienen en la lesión isquémica y posterior dificultad para que el órgano implantado se adapte, sí han demostrado que la administración de AT III tiene un claro efecto antiinflamatorio, además de anticoagulante, propiciando con ello una mayor calidad de vida y supervivencia en los trasplantados de pulmón.

Los éxitos, de momento, se resumen en un incremento del tiempo de isquemia permitido, con el consiguiente aumento del número de donantes. Asimismo habrá en el futuro, tras los ensayos clínicos obligados, un mayor 'acoplamiento' desde el punto de vista inmunológico entre donantes y receptores. Y positivo será, en todo caso, el aumento de la supervivencia como consecuencia de la disminución de los rechazos y de las infecciones.

Los hallazgos del grupo cordobés, 'extraordinariamente esperanzadores', según el propio Salvatierra, se publican en Circulation y son los primeros de este tipo que recoge la literatura médica mundial. A falta de la confirmación en pacientes, empieza a parecer posible alargar en buenas condiciones la vida de los órganos para trasplante.

Miembros del equipo de Investigadores de trasplante de pulmón del hospital Reina Sofía de Córdoba
Miembros del equipo de Investigadores de trasplante de pulmón del hospital Reina Sofía de CórdobaF.J. VARGAS

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