Jackie Kennedy se sienta a la mesa de Mónica Armani: “Sin quererlo las sillas acababan convertidas en vestidos de la época”

Mónica Armani (Trento, 60 años) no le tiene miedo al contraste. Se formó como arquitecta con su padre, Marcelo Armani, referente del racionalismo italiano, pero hace años que prioriza su trabajo como diseñadora. El contraste es, de hecho, el motor del estudio que encabeza con su marido. Ella aporta el punto más pasional y Luca Dallabeta el más técnico. Tras décadas de trabajo, Armani ha descubierto que el camino más sencillo para navegar estos contrastes tiene forma de curva. “Aún sigo evolucionando, pero ahora mis productos tienen más alma, un lado más femenino”, cuenta. Con el glamur de Jackie Kennedy como principal inspiración ha diseñado una de las colecciones más vendidas de B&B a la que no dejan de sumarse nuevos integrantes. Una serie de inspiración en el pasado con la que pretende adaptarse a la vida contemporánea. A Armani no hay contradicción que se le resista.

Cuando empezó, sin embargo, no podía ser más distinta. En 1997 se estrenó en el diseño con la mesa Progetto 1. Desde el propio nombre se intuía la obsesión por el orden y la pulcritud de la herencia paterna. “Utilicé líneas muy rectas, simples, como había aprendido en el estudio de mi padre. Trabajé 10 años ahí”, comparte. Este híbrido con la arquitectura racionalista se convirtió en un clásico de oficina, especialmente entre los arquitectos. Años después, de la mano de su marido, vendió el diseño a B&B y desde entonces no habían vuelto a colaborar con ellos. Hasta que en 2017 llegó Madison, el espejo curvo con el que Armani se volvía a presentar a la firma. Entre ambas fechas se extendían decenas de diseños de todo tipo, desde parqué hasta luminarias, que la habían convertido en una diseñadora madura con un estilo propio.

“Mi marido es muy técnico, muchas veces prefiere seguir con el camino con el que estamos a gusto”, comenta. Sin embargo, Armani siempre lo presiona para descubrir algo nuevo en cada proyecto. Desde su primer boceto, la oposición es el motor que mejor ha definido su trabajo en pareja. Ellos lo llaman “diseño en molécula”, un concepto en el que el equilibrio, como en los compuestos químicos, se logra a través del enfrentamiento de contarios. Magia contra lógica, pasión contra técnica. Esta es la fórmula que, a lo largo de dos décadas dedicados al diseño para distintas firmas, ha ido curvando los trazos rectos de sus inicios.

En la forma irregular del espejo Madison ya se intuía cierta estética sesentera, pero para su siguiente proyecto esta inclinación se convirtió en una verdadera fuente de inspiración. “Estaba fascinada por la elegancia de Jackie O’ (Jacqueline Kennedy Onasssis): sus gafas, sus vestidos, las formas de la época. Era un buen momento, el estilo se había recuperado después de la guerra”. Este espíritu quedó encerrado en la O que da nombre a todos los miembros de la colección y advierte de la curvatura de sus formas. Además, la referencia a la recuperación posterior a la guerra no era tampoco del todo casual. La mesa Allure O’ nació en 2020 una época en la que, debido al tiempo que nos vimos obligados a pasar en casa, Armani buscaba nuevas manera de habitar el salón. Con el diseño de la mesa mantenía su habitual tendencia hacia los trazos limpios y, al mismo tiempo, se comprometía con las formas ovaladas en sus dos únicos componentes: tablero y base.

En la misma serie se lanzaron las sillas Flair O’ con una estructura similar. “Sin quererlo acaban pareciendo vestidos de los sesenta ceñidos en la cintura”, aclara. El fervor que desató esta pareja fue tal que en poco tiempo B&B les propuso aumentar la colección y elaborar una línea exclusiva para el exterior. Para estas nuevas sillas, Armani se propuso continuar con la inspiración del mundo de la moda, pero en este caso adaptándolo al ambiente italiano. En concreto a la ciudad de Cantù cercana a la fábrica del B&B. De ahí tomó el punto de encaje en tombolo que aplicó al respaldo del asiento. “La historia es muy curiosa, porque a la gente le gustó tanto que la metían dentro de casa. Así que tuve que crear un nuevo modelo que incorporase el tejido exterior con el diseño interior”. Este híbrido recibió el nombre de Flair O’ Couture.

Junto a las piezas exteriores también ha renovado recientemente la colección con una versión extendida de las sillas y una versión reducida de la mesas. Un juego de proporciones ideales para crear un espacio de lectura o descanso. La última, y más elemental, incorporación ha sido la silla Heri O’, formada por cuatro sencillos elementos de madera unidos a través de un reposabrazos curvo y dos cojines colocados sin ningún tipo de ataduras. Una reinvención moderna del diseño tradicional. Puro contraste, puro Armani. La curva en su mínima expresión.