Las pistas sobre el español secuestrado en Colombia apuntan a delincuentes comunes

El secuestro de Francisco Álvarez en Colombia pudo ser realizado por delincuentes comunes que después lo entregaron a grupos guerrilleros. Esta hipótesis es barajada por las autoridades colombianas y por los socios de Álvarez en la empresa que mantienen en Cartagena de Indias. Los socios actúan como mediadores con los secuestradores. Álvarez, originario de Tarragona, fue secuestrado el 9 de diciembre y sus captores piden por él dos millones y medio de dólares (460 millones de pesetas).

Eduardo Barrachina, socio de Álvarez, explicó ayer desde Colombia que, por el momento, y a la espera de nuevas comunicaciones, los secuestradores no han entrado a negociar una rebaja del rescate exigido en las tres llamadas que han realizado. La rebaja es la pretensión de su familia y de sus socios, asesorados por un grupo antisecuestros de la policía colombiana y por la Embajada española. La familia de Álvarez asegura no disponer de dicha cantidad, explica la hermana del secuestrado, María José Álvarez, mientras Barrachina considera que tal vez los capturadores han 'sobrevalorado la actividad de la empresa'.