Los premios nacionales de Bellas Artes recuerdan a Juan Muñoz
El acto de entrega de los Premios Nacionales de Bellas Artes del año 2000 se convirtió ayer en un homenaje al escultor Juan Muñoz, premio Nacional de Artes Plásticas, fallecido el pasado mes de agosto. La ministra de Educación y Cultura, Pilar del Castillo, presidió el acto en el Museo Reina Sofía e hizo entrega de los diplomas acreditativos de los galardones a la hija del escultor, Lucía Muñoz Iglesias; a Chema Madoz, premio Nacional de Fotografía, y a Valentín Berriochoa, premio Nacional de Conservación y Restauración.
La viuda de Juan Muñoz, la escultora Cristina Iglesias, acudió acompañada de sus dos hijos. Valentín Berriochoa declaró que el acto constituía 'el debido y sincero homenaje a Juan Muñoz, fallecido en pleno ejercicio de su actividad artística'. Berriochoa, premiado por su trabajo en pro de la conservación del patrimonio catedralicio español y por la redacción de los planes directores de las catedrales de Salamanca y Toledo, hizo durante su intervención, en nombre de los premiados, un repaso del papel de las catedrales a lo largo de la historia y afirmó que 'constituyen un patrimonio de primer orden'.
Los Nacionales de Bellas Artes 'vienen a recordar trayectorias artísticas muy destacadas y que suponen una gran aportación al patrimonio cultural', afirmó Del Castillo. La ministra dijo que en esta edición 'ha sobrevenido una circunstancia dura y triste. Cuando se reunió el jurado nadie podía suponer que iba a producirse el suceso tan doloroso de que Juan Muñoz no esté con nosotros'.
Admiración
La ministra dio de nuevo el pésame a la familia del escultor y declaró su admiración por la obra del artista, 'de gran significado para el arte contemporáneo español', al que definió como uno de los artistas más creativos y relevantes de los últimos años. Del Castillo recordó que Juan Muñoz siempre fue muy crítico respecto a que el arte español no ha conseguido en el extranjero las cotas que se merece, algo que él si logró, ya que su trabajo ha sido seguido siempre con interés internacionalmente. Aunque, dijo, hay pérdidas y dolores difícilmente mitigables, la frase de que 'siempre nos queda su obra, aunque suene a tópico, en el caso de Juan Muñoz se cumple con una limpieza escalofriante'.
Sobre Chema Madoz, Pilar del Castillo consideró que se trata de uno de los creadores que ha contribuido al progreso de la fotografía como arte, 'sus objetos se transforman ante nuestros ojos' en una obra a veces asociada al surrealismo. Este premio, dijo, 'constituye un justísimo reconocimiento a alguien que ha ensanchado la realidad común hacia territorios donde reina la poesía'. La ministra destacó también el trabajo del arquitecto Valentín Berriochoa y consideró que el Plan Nacional de Catedrales constituye una ambiciosa empresa que se ha convertido en referencia de los foros internacionales. Finalizó afirmando que se han premiado 'una vidas dedicadas a la excelencia, que siempre está viva y presente, aun en la ausencia'.
