"He intentado penetrar en el alma humana"
La novela La noche detenida, una obra de amor y de guerra, de Javier Reverte (Madrid, 1944) ganó el viernes el primer premio Ciudad de Torrevieja, dotado con 60 millones de pesetas, el segundo galardón en cuantía económica de España. José Manuel Caballero Bonald, portavoz del jurado, calificó la obra ganadora como 'un reportaje convertido en novela', y como una 'obra sencilla, aunque de trama compleja'. La noche detenida narra la historia de amor entre una médico y un periodista, que en los años noventa consigue entrar en Sarajevo. El escritor y periodista se muestra pesimista ante el siglo XXI porque 'el hombre se ha quedado sin ideas' y éstas 'han muerto anegadas por la sangre'.
'Si no somos capaces de crear nuevas utopías vamos camino de la barbarie'
'El periodismo es un oficio que te permite asomarte a un amplio abanico de realidades'
Pregunta. La guerra de Bosnia es el escenario de esta nueva novela, narrada por un periodista que consigue adentrarse en una ciudad sitiada. Ésa fue su propia experiencia en 1992. ¿Cómo ve ahora desde la distancia el panorama?
Respuesta. Tengo la impresión de que el problema no está resuelto, está maniatado. Se puso un parche, se obligó a firmar un acuerdo entre las partes enfrentadas, y se consiguió parar las matanzas. Queda mucho por hacer, hay muchos odios, y el odio en la ex Yugoslovia se remonta al siglo XIV, generaciones y generaciones matándose entre ellas y cobrándose venganzas, y eso no se borra de un plumazo. Y luego, otro elemento a destacar es que el grito nacionalista no cesa; aunque el peso de las ideologías ha desaparecido en este siglo, la gente allí sigue recurriendo al apellido en sus relaciones humanas. El fantasma del nacionalismo sigue presente en Bosnia, como en otros muchos lugares, y si aceptamos resolverlo políticamente no habrá problemas, pero, de lo contrario, volverá a correr la sangre. Una guerra es lo más terrible, es un disloque absoluto en el que las noches son atroces.
P. ¿Se muestra pesimista en el inicio del nuevo siglo?
R. Lo veo muy mal; primero porque el hombre se ha quedado sin ideas, las ideas han muerto anegadas por la sangre. Toda utopía ha crecido sobre la sangre y ha terminado en matanzas. Luchando por la justicia se ha vivido en el crimen, a veces con holocaustos y genocidios terribles, y eso ha supuesto una desconfianza tremenda de las ideas. La filosofía se siente culpable, y por eso ahora no hay un pensamiento muy veraz en Occidente, pero al mismo tiempo el hombre no puede vivir sin un discurso moral y de valores. Si no somos capaces de crear nuevas utopías, vamos camino de la barbarie.
P. ¿Qué papel juegan los fundamentalismos?
R. Los nacionalismos rampantes y los fundamentalismos teñirán de sangre el futuro. El nacionalismo yo lo he vivido en el territorio más extremo, en Bosnia o en Ruanda, y he comprobado que en una situación límite se llega a matar por nada. El discurso nacionalista está bien, pero en los márgenes de una democracia. Cuando se ponen por encima los principios nacionalistas a los de la libertad o la convivencia se está sembrando la semilla del crimen.
P. Hablemos de la relación entre el periodismo y la literatura.
R. Siempre me acuerdo de una frase de Truman Capote que suscribo totalmente: 'El periodismo y la literatura son dos brazos de un mismo río'. El periodismo es un oficio que te permite asomarte a un amplio marco de realidades. Puedes entrevistar a un rey, un político o, de pronto, a un asesino. Es una profesión que facilita penetrar en un amplio abanico de almas. Por eso es tan rico para el escritor. Para mí, la escritura es una aproximación a la mente humana, muy pocos oficios te permiten verla de cerca.
P. ¿Qué aporta la novela premiada a su trayectoria literaria?
R. El planteamiento ha sido muy distinto a otras obras. Esta novela me eligió a mí, ejercí como periodista sobre el cerco de Sarajevo en 1992. Desde allí enviaba crónicas para una revista semanal y varios medios informativos. Con el paso del tiempo me di cuenta de que había vivido una situación tan intensa que siempre me aportaba elementos nuevos, y llegué a la conclusión de que aquella tragedia necesitaba de personajes que me explicaran lo que yo había vivido, necesitaba paradigmas, imaginar relaciones. La ficción me eligió para explicar mejor la verdad. En este sentido, es una novela diferente, ella se ha impuesto sobre mí.
P. ¿Por eso se decantó por este género?
R. La novela era el mecanismo, poner junto a la realidad mucha imaginación que explicase lo que ocurrió. Empecé a escribirla y me costó mucho trabajo porque, aunque de estructura es sencilla, el fondo es muy complejo. He intentado penetrar en el alma humana en situaciones límite, y sobre todo darle a todo este asunto un aliento de emoción y poético. La terminé en abril de 2001.
P. ¿Y la historia de amor que hay en la novela?
R. El protagonista es un periodista, que no soy yo, pero que cuenta su experiencia en Sarajevo. También en el libro se habla mucho del periodismo de guerra. Se trata de un hombre con una situación personal difícil que conoce a una mujer médico a la que le lleva un encargo de su marido, al que ha conocido fuera de Sarajevo. Hay un flechazo absoluto entre los dos. Una historia de amor entre la perplejidad de ambos. Se dan cuenta de que se quieren mucho, pero reconocen que no tiene salida esa historia, al igual que tampoco tiene salida el cerco de la ciudad. Es un poco el juego del amor sin salida, la guerra sin salida, la perplejidad de las almas ante la falta de salidas.
P. ¿Es una novela de guerra?
R. Es una novela de amor y de guerra; si el título no existiera yo la hubiera llamado Un paseo por el amor y la muerte.
Un donativo para Hacienda
Javier Reverte se mostró 'orgulloso' al conocer el fallo del jurado del primer Premio de Novela Ciudad de Torrevieja. Poco después, aturdido por las cámaras y la emoción del momento desveló ante los periodistas a qué va a dedicar los 60 millones de este galardón: 'Con la mitad de este dinero haré un donativo'. Ante ese anuncio, el auditorio se quedó mudo y acto seguido aclaró: 'Será un donativo para Hacienda'. La aclaración despertó las risas de sus colegas escritores. 'Espero que con esos millones hagan escuelas y hospitales'.
Reverte reconoce que no tiene grandes ambiciones ni caprichos: 'Dispongo de todo el tiempo del mundo. Dedicaré el premio a mi mujer y a mis dos hijos'.
El periodista y escritor decidió presentar su novela al premio Ciudad de Torrevieja, que edita Plaza Janés, en buena medida movido por la cuantía económica del premio.
El alcalde de la localidad turística de Torrevieja, Pedro Hernández, del PP, se mostró muy satisfecho por el éxito de la convocatoria que ha conseguido reunir 260 originales. El objetivo de impulsar culturalmente la ciudad se ha cumplido, pese a las reticencias y polémicas iniciales. Y es que la convocatoria de este galardón provocó recelos en la Diputación de Alicante, gobernada también por el PP, que con la editorial Planeta organizan el Premio Azorín de novela, dotado con 10 millones.
En Torrevieja, el viernes por la noche hubo ausencias destacadas, ni el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, y ninguno de sus consejeros acudieron a la gala. 'Todos mis concejales estaban y con eso me conformo', dijo el alcalde.
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