Irán critica el doble rasero occidental en el conflicto palestino-israelí

Aunque condenó con rapidez y sin paliativos los atentados del 11 de septiembre, se regocija ahora con la caída de los talibanes y no derramará una lágrima si Bin Laden es capturado o abatido, la República Islámica de Irán sigue sin compartir la definición occidental de terrorismo. En Teherán ha sentado muy mal que la Unión Europea colocara bajo esa categoría a los grupos palestinos de Hamás y Yihad Islámica. Y peor aún, el que los europeos no acompañaran ese gesto de un rechazo contundente de lo que aquí se llama 'el terrorismo de Estado' del primer ministro israelí, Ariel Sharon.

Irán celebró ayer, último viernes de este Ramadán del año 1422 de la Hégira, una jornada de solidaridad con los palestinos, centrada en la reivindicación de la identidad musulmana de Jerusalén. La república islámica sostiene que el Estado palestino debe construirse en la totalidad de Tierra Santa, pero, como han señalado el presidente reformista Mohamed Jatamí y su ministro de Exteriores, Kamal Jarrazi, aceptaría la partición, o sea, la existencia de Israel, 'si así lo deciden los palestinos'.

Entretanto, Irán, en sintonía con el resto del mundo musulmán, vive con espanto la represión israelí de la segunda Intifada. Ese sentimiento es compartido por los dirigentes, sean conservadores o reformistas, y la gran mayoría de la población, incluso la que se opone al régimen. Por eso, la actitud adoptada por la Unión Europea ha provocado indignación. 'En el mismo día en que un misil de Sharon mató a dos niñas palestinas, la Unión Europea tildó a Hamás y Yihad Islámica de terroristas y calló sobre las atrocidades cometidas por los israelíes', señala Hamid Reza Assefi, portavoz de Exteriores.

'Papel más activo'

'No tenemos la menor esperanza con EE UU, pero de la Unión Europea no esperábamos esa muestra de doble rasero', añade Assefi. 'La opinión pública en las naciones musulmanas', continúa, 'está sedienta de ver a los europeos desempeñar un papel más activo y más neutral en la resolución de la crisis de Oriente Próximo'.

Para Irán, Hamás y Yihad Islámica son 'movimientos legítimos de resistencia al terrorismo de Estado practicado por Israel en los territorios palestinos y contra la población civil palestina'. La 'resistencia a la ocupación extranjera', dice Assefi, 'está reconocida en la Carta de Naciones Unidas'. En cuanto a los métodos suicidas de esos grupos, son 'los únicos a su disposición frente a un enemigo cruel y poderoso'. Argumentos semejantes legitiman también, según Irán, al libanés Hezbolá.

La prensa de Teherán informó a principios de semana de la expulsión de Vicent Battle, embajador de EE UU en Beirut. Battle puso en duda públicamente las declaraciones de Emile Lahoud, el presidente de Líbano, según las cuales Hezbolá, que tiene escaños en el Parlamento, 'no es un grupo terrorista con objetivos internacionales'.