_
_
_
_
_

Un dictamen de 1983 reduce el quórum de la Cámara a un tercio de los electos

Está claro que el Reglamento de la Cámara vasca es capaz de estirarse como el chicle; un ejemplo claro es la decisión del pasado miércoles de su presidente, Juan Mari Atutxa, de imponer el voto separado de las enmiendas, rompiendo la interpretación tradicional y los usos y costumbres. Para esta ocasión también hay una salida. Si el Gobierno vasco quiere lograr el quórum que ahora no consigue puede recurrir a una decisión de la Mesa de la Cámara de 1983.

Entonces, el letrado mayor del Parlamento, planteó que el artículo 46 del reglamento, -define el quórum como la mitad más uno de los diputados- tenía un laguna al no contemplar las consecuencias derivadas de la paralización del órgano de representación popular. En aquellas fechas la falta de quórum era provocada por la inasistencia de HB, y esta laguna fue resuelta acudiendo a la normativa de otras cámaras. Así, recurrió por analogía al Reglamento del Congreso de los diputados y aseguró que en una segunda convocatoria se podría establecer el mismo quórum que prevé el reglamento para las segundas votaciones: un tercio de la Cámara.

Más información
La oposición bloquea los presupuestos vascos para 2002 con su ausencia del pleno
La ausencia de la oposición vuelve a bloquear el debate de los presupuestos vascos

Si Atutxa utiliza este dictamen el próximo martes, podrá, primero constitutirse el pleno en ausencia de PSE-EE, PP y Batasuna, y después votarse las enmiendas de devolución por separado. Los nacionalistas pueden lograr asi con ese informe una puerta abierta que les da vía libre hacia la aprobación de las cuentas de 2002.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_