Los exportadores citrícolas buscan destino a los barcos de clementinas para evitar hundir precios
El presidente de Intercitrus considera falsa la justificación estadounidense al veto comercial
La delegación norteamericana tuvo ayer ocasión de visitar algunos campos, huertos y cooperativas en Alquerías del Niño Perdido y Betxí (Castellón), en un programa marcado por la Consejería de Agricultura. Los inspectores comprobaron la buena calidad y condición de la fruta, según información recibida de la visita. 'No han visto ni una mosca ni media', explicaron asistentes a la inspección. La visita de hoy no está programada por Agricultura. Dos técnicos norteamericanos indicarán, sobre plano, los puntos a revisar. Fuentes de la embajada de Estados Unidos en Madrid aseguraron ayer que la intención es restablecer 'cuanto antes' la normalidad en el comercio con España y solucionar el problema tras la prohibición de exportar clementinas.
Mientras, otro frente de esta crisis permanecía abierto. La consecuencia más inmediata del veto a las clementinas es la incertidumbre sobre el destino de la mercancía cargada en ocho barcos. La decisión de Estados Unidos de impedir que las aproximadamente 20.000 toneladas de fruta que contienen estos buques sean desembarcadas, obliga a encontrar un destino alternativo. Canadá, Sudamérica y los países se perfilan como los destinos finales de esta mercancía. Los exportadores, según la información recibida, repartirán el resultado de las ventas de forma equitativa para evitar la diferencia de precios en los destinos. Europa, en cualquier caso, no será el destino final para evitar un hundimiento de precios. La negociación política intentaba ayer cambiar la decisión aunque el sector exportador está cada vez más escéptico porque el paso de los días juega en contra de este producto perecedero.
El presidente de la interprofesional Intercitrus, Cirilo Arnandis, defendió ayer que los exportadores no pueden hacerse cargo de su mercancía una vez ésta ha pasado la última inspección en Estados Unidos. Con estas declaraciones Arnandis hacía referencia a la carta del 5 de diciembre, en la que el departamento agrario norteamericano, el USDA, indicaba al Ministerio de Agricultura la detección de ocho moscas vivas en dos clementinas. Para el presidente de Intercitrus esta afirmación 'no es verdad'.
El departamento agrario del Consell podría subvencionar una parte de la mercancía que se reenvíe, según ha podido saber este periódico. En conjunto, la ayuda rondaría los 2.000 millones de pesetas. La consejera de Agricultura, María Ángeles Ramón-Llin, pidió 24 horas para conocer la última hora de la negociación diplomática de la embajada española en Washington e intentar que las clementinas entren en los 33 estados en los que no está prohibida su comercialización. Para Ramón-Llin los gobiernos español y valenciano 'ya no pueden hacer más de lo que se ha hecho'. La consejera se entrevista hoy con Arias Cañete para hablar de la situación que atraviesa el sector citrícola tras el veto.
Por otro lado, ayer se anunció la comparecencia del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, el 26 de diciembre en el Congreso de los Diputados para explicar su gestión ante el veto estadounidense. El PSOE pide la dimisión del ministro. También en Madrid, la junta directiva de Asaja acordó esperar hasta finales de semana antes de convocar actos de protesta contra el veto. Por su parte, el portavoz de Agricultura del PSPV, Antoni Lozano, pidió a Ramón-Llin que deje de emular a Pepe Isbert en Bienvenido Mister Marshall y que defienda los cítricos valencianos. Y en Bruselas, el eurodiputado valenciano José Manuel García-Margallo elevó diversas preguntas a la Comisión Europea en las que pide conocer las medidas que arbitrará ante la situación.
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