El sector porcino, confundido por la dificultad de ubicar los focos de peste

Los criadores de cerdos de Lleida continúan en situación de máxima alerta tras la aparición de un brote de peste porcina clásica (PPC) en Osona. Los ganaderos han extremado las medidas de seguridad para evitar que la epidemia se propague a las granjas de la provincia que en las últimas semanas han recibido animales vivos de la zona infectada. Según pasa el tiempo aumenta el pánico en el sector, donde existe una gran confusión por la dificultad que entraña localizar las explotaciones que podrían tener cerdos procedentes de Osona.

Unió de Pagesos (UP) dijo ayer que desde el 1 de octubre han entrado en Lleida unos 30.000 lechones, el doble de lo que había calculado en un primer momento. De momento se han realizado análisis al 50% de los animales de Osona que han podido ser localizados mediante el seguimiento de las guías sanitarias y todos los resultados han dado negativos, descartándose, por tanto, la presencia del virus.

No obstante, Rosend Saltiveri, responsable provincial del porcino de UP, señaló que el sector no podrá estar tranquilo hasta que hayan transcurrido tres semanas desde la declaración del primer foco de Osona, el tiempo que tarda el virus en manifestarse tras su periodo de incubación.