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UNIVERSIDAD

La UPV consolida su plantilla docente justo antes de la promulgación de la LOU

Sectores académicos discrepan sobre las medidas aprobadas por la Junta de Gobierno

La Universidad del País Vasco (UPV) ha optado por consolidar a ritmo acelerado su plantilla docente ante la inminente aprobación de la Ley Orgánica de Universidades (LOU). De hecho, la Junta de Gobierno ha dado luz verde en su última sesión a la convocatoria de 298 plazas, entre profesores titulares y catedráticos. El vicerrector de Profesorado, Víctor Urrutia, lo considera como 'un movimiento positivo' para su estabilidad laboral. Desde otros sectores académicos, sin embargo, aparecen las dudas, y también las críticas, sobre este modo de actuación.

El avance imparable de la LOU hacia su promulgación y el temor y la incertidumbre que ha generado en la comunidad docente ha tenido su reflejo durante los últimos meses en el vertiginoso y generalizado aumento de la convocatoria de plazas de profesores titulares, bien de facultades -para lo que se necesita contar con el título de doctor- bien de escuelas universitarias -en este caso se requiere sólo una licenciatura-, y de catedráticos de ambas categorías.

La UPV no ha sido una excepción, como lo demuestra la resolución adoptada por la Junta de Gobierno en su última sesión, celebrada el 22 de noviembre. En virtud de ella, se convocan 298 plazas -72 de catedráticos, 13 de ellos de escuela universitaria, y 226 de profesores titulares, 139 de escuela universitaria- cuya aparición en el BOE, último trámite para ser válida, se producirá el lunes que viene, días antes de la aprobación del nuevo texto legal.

El vicerrector de Profesorado de la UPV, Víctor Urrutia, califica esta decisión de 'medida positiva' para la consolidación de la plantilla docente. 'La estabilidad del profesorado es fundamental para el desarrollo del conocimiento. Es cierto que existe el riesgo del apoltronamiento, pero, aunque es verdad que no son suficientes, tenemos mecanismos de evaluación interna', señala.

Respecto a las razones que pueden explicar esta convocatoria inusualmente amplia, Urrutia apunta que los trámites y reglamentos posteriores que seguirán a la aprobación de la ley frenarán de facto, durante un periodo que puede llegar al año y medio, la salida de plazas. Por otro lado, el vicerrector de Profesorado subraya el carácter abierto del concurso de las plazas. 'Han preferido aventurarse por este camino que por el nuevo; pero corren el riesgo de quedarse sin plaza si se presenta un candidato mejor'.

Mucho más cruda y menos optimista es la interpretación que de esta medida realiza el presidente de la Asociación de Catedráticos de la UPV, Juan Aréchaga. 'Por el miedo a la nueva ley se han aprobado casi 300 plazas nuevas para consolidar a personas en la universidad, y algunas incluso con informes negativos de los departamentos. Esto no corresponde a una universidad seria. Esto ya es el coladero general, ya es el todo vale y destruyamos la universidad', denuncia.

Lo cierto es que esta decisión genera opiniones contrapuestas dentro de la comunidad docente. Así lo advierte Javier Santano, profesor titular y miembro de CC OO. 'Sobre lo que dice la ley en referencia a los profesores, hay posturas para todos los gustos. Pero es verdad que se están produciendo tumultos para engancharse al último tranvía que permita entrar en la titularidad o en la cátedra a través de la actual ley, con lo cual están dando la razón a los que decían que la LRU era un coladero', asevera.

'Sálvese quien pueda'

Arantza Urkaregi, perteneciente al sindicato STEE-EILAS y profesora asociada desde hace 25 años con quince contratos a sus espaldas, lamenta el elevado número de plazas de titular de escuela universitaria. 'Que tomen esa opción profesores de facultades -más de cuarenta en la facultad de Sarriko y más de 20 en la de Bellas Artes- es un contrasentido. Es un resquicio legal que va en contra de la carrera docente y que generará disfunciones. Ha sido un poco el sálvese quien pueda. Si hay que ser funcionario, mejor por la ley vieja que por la nueva', argumenta.

Por su parte, José Cuesta, secretario de organización de FETE-UGT, apunta que los profesores que no son funcionarios y que no tienen el doctorado (la figura menos clara en la nueva ley) 'han cogido miedo' a los efectos que puede tener la LOU en su trabajo.

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