El éxito 'emborracha' a Barón de Ley

El grupo bodeguero riojano Barón de Ley ha multiplicado por cuatro sus ventas para alcanzar en 2001 9.300 millones de pesetas, 55,89 millones de euros, en los últimos cinco años. Durante el mismo periodo, los beneficios se han multiplicado por cinco, para situarse este año en 2.800 millones de pesetas. La facturación por trabajador se sitúa en unos 100 millones de pesetas y su cotización en Bolsa desde su salida al mercado en 1997, casi se ha duplicado.

Éstos son algunos de los datos que han sido tenidos en cuenta por los analistas, empresarios, bancos y fondos de inversión consultados por la revista norteamericana Forbes en los últimos meses para elegir a Barón de Ley como una de las 20 mejores empresas medianas del mundo.

La empresa acomete inversiones de 10.000 millones de pesetas para mejorar bodegas y construir otras tres nuevas

Para el presidente del grupo,Eduardo Santos, las claves de la empresa se hallan en el desarrollo de una política donde, en los últimos años, por encima del reparto de dividendos, se ha impuesto el crecimiento y el desarrollo, la mejora permanente de calidades, potenciación de marcas, mayor presencia en los mercados, una buena estructura financiera, costes ajustados y una excelente relación calidad-precio. Nuestra estrategia no pasa por vender botellas que valgan muchos miles de pesetas, sino por ofrecer calidad a las posibilidades de una familia media'.

Barón de Ley es una bodega creada en 1985 en Mendavia (Navarra), aunque dentro de la Denominación de Origen de Rioja. En 1991, tras la adquisición de la bodega El Coto, se constituyó el Grupo Barón. La sociedad comenzó a cotizar en Bolsa en 1997. Encabezado por Eduardo Santos, el grupo posee el 26% del accionariado, mientras la casi totalidad del capital restante se halla en manos de varios fondos norteamericanos y bitánicos. Esta diversificación accionarial se justifica para garantizar una mayor independencia de la gestión y evitar que un grupo se pueda hacer con la mayoría de la sociedad.

Aumentar las ventas a través de las exportaciones y la defensa de la relación calidad-precio han sido dos de los móviles más importantes que han guiado la estrategia empresarial y comercial de los responsables del grupo. Actualmente, del total de ventas por casi 10.000 millones de pesetas, el 30% corresponde a la exportación y el 70% al mercado interior. El objetivo a corto plazo es lograr que la exportación suponga el 50%, con Estados Unidos y los países del norte de Europa como principales clientes

En la estrategia industrial, el grupo ha realizado en los últimos años inversiones por un volumen de 10.000 millones de pesetas. De esa cifra, 1.500 millones se han destinado a la construcción de una nueva bodega en Cigales. Otros 4.000 millones se han invertido en la bodega El Coto, 1.000 millones de la bodega de Barón de Ley y otra nueva bodega en las inmediaciones de Logroño, con inversión de 700 millones de pesetas para elaborar vinos de la tierra sin denominación de origen. Entre los planes de expansion figura la construccion de una nueva bodega en Cenicero para la elaboración de un vino de calidad basado en la explotación propia.El grupo dispone de unas 500 hectáreas de viñedos propios, lo que cubre sólo entre el 15% y el 20% de sus necesidades de uva. La filosofía del grupo es llevar una política marquista, con el 95% de las ventas de vinos crianzas o reservas, cuidando una buena relación calidad-precio para mantener la competitividad en todos los mercados. Pero, junto a esta política marquista basada en denominaciones de origen, uno de los proyectos más importantes es la apertura de un nuevo mercado con los llamados Vinos de de la Tierra. El grupo Barón apuesta también por este tipo de vinos como instrumento enfocado al exterior para competir con terceros países, con precios más bajos pero con una etiqueta de calidad.