'Lo hemos pasado muy mal', dijeron a Rajoy

José Antonio Tremiño y Francisco Rodríguez hablaron ayer mismo por la tarde, nada más comunicarse su liberación, con el vicepresidente primero y ministro del Interior, Mariano Rajoy, y con el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, a través de un teléfono móvil desde el automóvil que les condujo desde el desfiladero de Pankisi, en el que fueron puestos en libertad a media tarde, hasta Tiflis, la capital de Georgia.

Durante la conversación con Rajoy, los dos empresarios aseguraron que estaban muy cansados y que 'lo han pasado muy mal' durante su cautiverio; según fuentes del Ministerio del Interior, los empresarios comentaron que estaban endebles, cansados y con ganas de estar ya en casa con sus familias.

Los dos empresarios estaban ya ayer acompañados en su viaje a Tiflis por la esposa de Francisco Rodríguez y por un inspector de la policía española, que seguirá con ellos hasta su regreso a España, tras ser sometidos a un examen médico en un hospital militar. También deberán comparecer hoy ante la Fiscalía General de Georgia, según indicó el ministro georgiano de Seguridad del Estado, Valeri Jaburdzania.

Francisco y José Antonio y los familiares que se habían desplazado a Georgia en espera de la resolución del secuestro podrían volver a España en vuelo regular el próximo martes. No obstante, el director de la Oficina de Información Diplomática, Alberto Aza, explicó que las autoridades españolas están trabajando para acelerar el regreso intentado facilitar una combinación más rápida o poniendo a su disposición un avión.

El rey Juan Carlos y el presidente del Gobierno, José María Aznar, fueron informados también ayer de la liberación de los dos empresarios, que trabajan para Geomadera, una empresa mixta hispano-georgiana dedicada a la comercialización de piedras de cantera y maderas.

Reunión en Bucarest

El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, se reunió el pasado martes en Bucarest con su homólogo georgiano, Irakli Menagarishvili, con quien habló del secuestro y del que recibió el compromiso de máxima colaboración por parte del Gobierno de esa república.

El pasado verano, las familias criticaron la actitud del Ministerio de Exteriores español respecto al secuestro, que tacharon de 'negligente, temeraria, ineficaz y pasiva'. Tras ocho meses sin una sola prueba de que los secuestrados estuvieran vivos, Luis Tremiño, hermano de José Antonio, declaró públicamente que las familias habían 'tocado techo' en las gestiones para obtener la liberación.