Paz a bastonazos en Spin Boldak

Tiendas cerradas a cal y canto, vecinos corridos a bastonazos, tiroteos en las calles y las banderas de las diferentes facciones afganas ondeando en los tejados de las casas. Ésta era la situación ayer en la localidad de Spin Boldak, al sur de Afganistán y cerca de la frontera con Pakistán, pocas horas después de que los talibanes entregaran el pueblo a los jefes tribales pastunes, excepto un puesto de control en su interior.

Los combatientes talibanes, armados con lanzacohetes, defendían el puesto desde un tejado, mientras que las fuerzas pastunes, con sus gorras rojas y llevando también armas pesadas, tomaban posiciones en sus cercanías. Uno de los guerreros, con un kaláshnikov al hombro, no aparentaba tener más de 10 años. Los dos bandos dispersaban a los vecinos curiosos que se acercaban a bastonazos, cuando no a tiros.

'Hay miedo entre la gente a los saqueos', decía un verdulero, 'pero de momento no ha pasado nada grave'.

En Spin Boldak, banderas con los colores negro, rojo y verde de la época de rey Zahir Shah flameaban en distintas partes del pueblo, como también lo hacía la insignia blanca de los talibanes. 'Nosotros no estamos comprometidos con ningún grupo', explicaba un buhonero mientras oía las últimas noticias en la radio. 'Pero queremos la paz'.