Los carburantes subirán en enero 6,6 pesetas por el nuevo impuesto

El nuevo impuesto sobre los carburantes supondrá un incremento mínimo de 6,6 pesetas por litro, a partir del 1 de enero de 2002, 'en una situación estable' y dificultará la creación del gasóleo profesional por la gestión autonómica del gravamen, según advirtieron ayer las compañías operadoras.

El presidente de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), Jorge Segrelles, explicó que, además, la discriminación tributaria de la gasolina respecto al gasóleo aumenta la dependencia externa. Recordó que España es ya hoy un país excedentario en gasolina debido al fenómeno conocido como la 'dieselización' del parque automovilístico.

Segrelles anticipó nuevas dificultades jurídicas en torno a la actividad de los comisionistas que venden los carburantes y los revendedores por ser la propiedad del carburante lo que grava el nuevo impuesto y existir limitaciones en Europa a las tradicionales condiciones contractuales de las estaciones de servicio abanderadas por las grandes marcas.

La AOP recuerda que los aumentos impositivos, al margen de perjudicar a la competitividad de la industria española, no afectan a la demanda debido a su inelasticidad, por lo que aboga por otros instrumentos de ahorro y eficiencia energética como alternativas. Las compañías operadoras lamentan que la armonización fiscal siempre sea al alza y destaca que en España puede suponer un incremento de entre 12 y 13 pesetas por litro de carburante.

IU promueve una protesta

Por otra parte, y ante la imposibilidad de convencer al Gobierno para que retire el nuevo impuesto, Izquierda Unida promoverá una protesta civil contra ese aumento del coste de las gasolinas. La idea que ayer desarrolló el coordinador general de la coalición, Gaspar Llamazares, es la de movilizar a todos los ciudadanos enfadados con este nuevo impuesto para hacer una jornada sin gasolina, esto es, que durante 24 horas nadie acuda a las estaciones de servicio para llenar el depósito. La fecha no está aún decidida, aunque podría ser el próximo 20 de diciembre, que coincide con el debate de los Presupuestos Generales del Estado para 2002. 'Debemos transmitir al Ejecutivo un claro mensaje, que no es justo que paguemos igual la gasolina quien llena el depósito de un coche de lujo y quien lo hace en su utilitario o vehículo de trabajo', explicó Llamazares.

Izquierda Unida ha optado por esta protesta 'amable', aunque no renuncia a sumarse a otras como la del recurso al Tribunal Constitucional. Llamazares sostiene que esta idea es inofensiva, porque los consumidores pueden llenar su depósito cualquier otro día, pero puede servir para trasladar al Gobierno 'la opinión de la calle', claramente contraria, según él, a este impuesto. IU se reunirá con organizaciones sociales para tratar de reunir el máximo de consensos.