Las denuncias por violencia doméstica aumentaron el 10% en Barcelona en 2000
Las denuncias por violencia doméstica en la ciudad de Barcelona aumentaron el 10% en 2000 respecto a 1999. Fueron un total de 2.930, cifra que, como suele ocurrir en este tipo de agresiones, dista de reflejar la cifra real de malos tratos físicos y psíquicos. Las cifras fueron facilitadas ayer por el Ayuntamiento de Barcelona en la presentación de un plan específico contra la violencia a las mujeres de la mano de las concejales de Bienestar Social y de Suelo y Vivienda, Núria Carrera y Lourdes Muñoz, respectivamente. Esta última es también responsable de la Secretaría de la Mujer del PSC.
El plan está diseñado hasta el año 2004 y prevé la coordinación y formación específica de los funcionarios municipales -sobre todo la Guardia Urbana- y personal de asistencia que intervienen en el circuito de atención a la mujer, quien tras denunciar al agresor necesita de recursos y apoyo.
Las concejales hicieron un llamamiento a las mujeres que sufren violencia doméstica para que no aguanten ni un día más ya que la experiencia de la casa de acogida de Barcelona demuestra que la mayor parte de mujeres tarda hasta 10 años en buscar ayuda. Los gestores municipales consideran buenos los resultados del programa de atención de la casa de acogida y del servicio asistencial, pues el índice de mujeres que vuelven a convivir con sus agresores es del 10%. Barcelona dispone de 40 plazas en la actual casa de acogida, que funcionará hasta mediados de enero próximo, cuando será sustituida por otra que reunirá mejores condiciones aunque no aumentará su capacidad. Además, hay otras ocho plazas concertadas con diferentes organizaciones. Se trata de un número claramente insuficiente para las necesidades de una capital como Barcelona, algo que reconocen los responsables municipales para insistir, a continuación, en que las competencias corresponden a la Generalitat y que ésta sólo dispone de 45 plazas en toda Cataluña.
La casa de acogida de Barcelona albergó a 107 personas el pasado año, 46 mujeres y 61 niños, frente a las 80 de 1999 y las 78 de 1998. La media de estancia en la casa es de seis meses. No hay un perfil fijo de mujer que necesita ir a la casa ya que hay un segmento numeroso de jóvenes de 21 años y no sólo mujeres de más edad. Las víctimas suelen permanecer hasta que consiguen una autonomía personal y un trabajo.
Dentro del plan de específico contra la violencia doméstica, Lourdes Muñoz insiste en la necesidad de poner especial atención a las conductas abusivas entre jóvenes, que suelen ser la antesala de agresiones posteriores.
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