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El Gobierno dice que ya controla las 300.000 toneladas de residuos peligrosos

En 1995 cerca de 90.000 deshechos tóxicos carecían de gestión

El Gobierno asegura que las cerca de 300.000 toneladas de residuos peligrosos que se generan anualmente en Euskadi están bajo control. Según datos oficiales, en 1995 los desechos tóxicos incontrolados superaban las 80.000 toneladas y ahora 'son poco significativos', sostiene el Ejecutivo. Los ecologistas dudan de estos datos porque 'el Gobierno admite que la inspección es muy escasa'. Medio Ambiente, que prepara un nuevo plan de residuos peligrosos, no ha logrado reducir en un 25% la producción de residuos.

El descontrol en el destino de los residuos tóxicos generados por las empresas vascas era absoluto a principios de la década. En 1992, el departamento de Medio Ambiente, dirigido entonces por Jon Larrinaga (Euskadiko Ezkerra), admitió que el 80% de estos desechos peligrosos se vertía sin control, e incluso que sólo tres de las siete empresas importadoras tenían autorización legal para trabajar. La situación fue mejorando paulatinamente y el inventario del Gobierno referido a 1995 hablaba de 80.000 toneladas tratadas de forma incontrolada.

Desde entonces, los controles se han incrementado y las empresas han cuidado más el aspecto medioambiental hasta el punto de que el Gobierno considera ya resuelto el problema. En el Diagnóstico medioambiental de la Comunidad Autónoma del País Vasco, un documento elaborado en el último año para revisar a fondo la política ambiental, se califica de 'notable' el avance en este apartado. El documento dice que se ha pasado del 28% de gestión incontrolada de los residuos peligrosos en 1994 a 'la situación actual, donde las cantidades que escapan al circuito de la gestión correcta son poco significativas'.

Cruce de datos

Tomás Epalza, director de Calidad Ambiental del Gobierno, justifica este brusco cambio por la imposición, desde 1996, de la declaración anual de los productores de residuos. Hasta hace poco, el Departamento de Medio Ambiente tenía censadas alrededor de 1.200 empresas como productoras de desechos peligrosos, 300 grandes y otras 900 que se consideran pequeñas generadoras. 'Con la declaración anual, sabemos lo que se produce y luego cruzamos los informes con los datos de los gestores de residuos', autorizados por el Gobierno para tratar los desechos tóxicos.

'Las empresas tienen la obligación de retratarse todos los años', señala Epalza. 'Controlar al 100% es imposible; se te puede escapar alguna pequeña empresa, como imprentas o industrias gráficas, pero el noventa y tantos por ciento se controla'.

Ekologistak Martxan, la plataforma que aglutina a gran parte de los grupos ecologistas vascos, cuestiona que haya cantidades pequeñas sin control. 'Es contradictorio que, como reconoce el Gobierno, se diga al mismo tiempo que la inspección es muy escasa por falta de medios y que pocas empresas escapan al control. El Departamento [de Medio Ambiente] no ha investigado a fondo los residuos peligrosos sin control', afirma un portavoz de Ekologistak Martxan.

El representante ecologista rechaza que el cruce de datos entre las declaraciones de las empresas y lo tratado por los gestores aporte una visión veraz. 'Es lógico que ese cruce de datos cuadre, porque la empresa no va a declarar cantidades diferentes de las que el gestor trate, pero eso no significa que sea lo real. El Gobierno se tiene que fiar de lo que le dicen las empresas, porque no puede verificarlo con inspecciones'.

El último inventario oficial del Gobierno conocido, referido a 1999, habla de la existencia de 282.000 toneladas de residuos peligrosos generados en Euskadi, una cifra algo inferior a 1998 (287.000) pero superior al ejercicio de 1997 (270.000 toneladas).

La mayoría, al vertedero

Esas cantidades proceden de una veintena de productos diferentes, desde aceites, disolventes y metales hasta desechos de procesos térmicos, químicos y del refino del petroleo, gas natural y carbón. La mayoría, un 60%, procede de los polvos de acería (29%), soluciones ácidas de decapado (22%) y escorias del aluminio (10%). Alrededor de un 24% de los más de 280.000 toneladas se logran reciclar y un 74% se deposita en vertederos tras eliminar los componentes peligrosos.

En el primer Plan de Gestión de Residuos Especiales, correspondiente al periodo 1994-2000, Medio Ambiente se propuso reducir la generación de residuos en un 25% para 2000. 'Ese objetivo de disminución no se ha cumplido', señalan los ecologistas, porque ahora se producen casi 300.000 toneladas, en lugar de 200.000.

El Gobierno, sin embargo, destaca que la producción industrial ha crecido hasta 1998 en un 25%, con tasas anuales del 5%, mientras que la generación de desechos tóxicos 'se mantiene constante. Esto refleja una tendencia positiva de desacoplamiento relativo entre el crecimiento industrial y la generación de residos peligrosos'.

Ekologistak Martxan recalca que la tendencia es que 'los residuos, aunque a menor ritmo, sigan aumentando. Y también ha fracasado el objetivo de valorizar [reciclar] los polvos de acería, que es el principal residuo y que la mayoría va al vertedero de Oñeder, en Azkoitia'.

El Ejecutivo prepara ahora un nuevo plan de gestión de los residuos peligrosos, cuya vigencia sería de 2001 a 2006, en el que se marcarán los objetivos tanto en generación como en los sistemas de tratamiento.

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