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Recuperados 175 cadáveres del motín de Mazar-i-Sharif

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El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha recuperado hasta el momento 175 cadáveres de la fortaleza de Qila-i-Jhangi (cerca de Mazar-i-Sharif, norte de Afganistán) tras el motín protagonizado a principios de esta semana por voluntarios extranjeros protalibanes y su represión por soldados de la Alianza del Norte y la aviación de EE UU. Bernard Barett, representante del CICR, dijo ayer que por ahora era imposible saber cuántos muertos más hubo en los combates que siguieron al motin. En principio, la Alianza del Norte cifró los muertos en más de 400.

El motín, iniciado el domingo por los prisioneros protalibanes y sofocado a sangre y fuego por la Alianza del Norte y aviones artillados norteamericanos que lanzaron hasta 30 ataques contra el fuerte, se ha convertido en uno de los sucesos más controvertidos de la guerra en Afganistán. Amnistía Internacional ha exigido una investigación, que ha recibido el apoyo de Mary Robinson, comisaria de Derechos Humanos de la ONU. Por su parte, los Gobiernos de EE UU y Reino Unido consideran que no es necesaria ninguna investigacion. La polémica se centra en que, de acuerdo con la Convención de Ginebra, si los prisioneros estaban armados la represión del motín sería un acto de guerra; pero si estaban desarmados, y han aparecido cadáveres que tenían las manos atadas a la espalda, se trataría de un crimen de guerra.

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Ayer, según informaba la BBC citando a un corresponsal de The New York Times, fueron hallados algunos prisioneros supervivientes del motín. La mayoría tenía heridas de bala en el pecho o en las piernas y las caras ennegrecidas a consecuencia del aceite hirviendo que los soldados de la Alianza del Norte habían introducido en sus escondrijos. Los que estaban en peor estado fueron hospitalizados y los demás interrogados por las tropas del comandante de la Alianza, Abdul Rashid Dostum.

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