El optimismo de 'Amélie' triunfa en Europa
Achero Mañas logra con 'El Bola' el premio Fassbinder al descubrimiento del año
Europa se rindió ayer al nuevo talento del director español Achero Mañas, quien obtuvo el premio Fassbinder al descubrimiento por su película El Bola en la 14ª edición de los premios de cine europeos celebrada anoche en Berlín. Pero la gran triunfadora fue la cinta francesa Amélie. La alegre y optimista película francesa, que narra la historia de una joven camarera obstinada en hacer feliz a los demás, se alzó con cuatro galardones: mejor película, mejor director -Jean-Pierre Jeunet-, mejor fotografía y el premio del público también para su realizador. Achero Mañas, que también era candidato a mejor guión, subió al escenario visiblemente nervioso y dedicó su triunfo a su hija Laura, su familia y el productor del filme, "que desde un principio confió en mí".
Wim Wenders, presidente de la Academia, destaca en Berlín el buen año de cine europeo
Entre el 'glamour' y la industria
Por primera vez, Berlín fue escenario del encuentro de diez directores de los festivales de cine más importantes del mundo, dentro de las múltiples actividades que la Academia de Cine Europeo ha organizado con motivo de los premios concedidos ayer. Los máximos representantes de Cannes, Sundance, Toronto, Venecia o San Sebastián pusieron en común, en un masivo acto público, los problemas a los que se enfrentan este tipo de certámenes. Mikel Olaciregui, director del único festival español con categoría A, indicó que los festivales son una mezcla de glamour, industria, medios de comunicación y espectadores. Luego, esos elementos cada festival los ordena según sus prioridades, porque unos ponen su enfoque en lo cultural y el descubrimiento de nuevos valores y tecnologías, mientras que otros apuestan por la industria. 'El éxito está en el equilibrio de los elementos y de que cada uno busque su propia personalidad', dijo Olaciregui a la salida del encuentro. En lo que sí coincidieron todos los participantes es en la preocupación porque todas las películas que se estrenen en un festival tengan carrera comercial. En este sentido, el responsable de Zinemaldía alabó la iniciativa del certamen de Rotterdam, que ejerce de distribuidor de las películas que presenta que no hayan sido compradas por ninguna empresa, para que éstas se proyecten en circuitos de salas previamente contratados. Otro de los temas que se debatieron fue la proliferación de muestras cinematográficos -casi 700 se celebran cada año en el mundo- y su repercusión en los principales festivales consolidados.
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