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Entrevista:Pilar del Castillo | Ministra de Educación

'Hay quienes protestan por defender sus privilegios'

Pilar del Castillo se enfrenta al momento más crítico de su mandato. El pasado día 14 se manifestaron contra su Ley Orgánica de Universidades (LOU) más de 200.000 estudiantes en la protesta de alumnos más numerosa de la democracia. Los rectores, CC OO y UGT y nueve partidos de la oposición, con PSOE e IU al frente, apoyan las movilizaciones. La ministra defiende el progresismo de su reforma, asegura que existe una pugna de intereses y acusa a la oposición de alentar las protestas en la calle.Pilar del Castillo se enfrenta al momento más crítico de su mandato. El pasado día 14 se manifestaron contra su Ley Orgánica de Universidades (LOU) más de 200.000 estudiantes en la protesta de alumnos más numerosa de la democracia. Los rectores, CC OO y UGT y nueve partidos de la oposición, con PSOE e IU al frente, apoyan las movilizaciones. La ministra defiende el progresismo de su reforma, asegura que existe una pugna de intereses y acusa a la oposición de alentar las protestas en la calle.

'Las manifestaciones se deben a la pugna de intereses de los que se oponen a esta ley, que están activando a diario una desinformación deliberada'
'Hay un aliento claro del PSOE para que se salga a la calle. Y es una irresponsabilidad'
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A pesar de la contundente oposición a su ley universitaria en la calle, Pilar del Castillo (Nador, Marruecos; 1952), que inició su mandato en abril de 2000, continúa defendiendo su proyecto y no ha pensado en dimitir.

Pregunta. Ha dicho que hay una lucha de poderes, entre personas que defienden unos privilegios, lo que les convierte en inmovilistas, y otras que están a favor del progreso. ¿De qué tipo de privilegios está hablando y quiénes son esos grupos inmovilistas a los que se está refiriendo?

Respuesta. Dejando aparte las movilizaciones de estudiantes, que tienen unas razones complejas porque no se pueden ligar sólo a esta reforma, hay una controversia de intereses entre quienes protestan porque quieren que las cosas sigan como están, porque el marco actual les privilegia o les da unas cotas de poder, y quienes quieren que el sistema sea más abierto, más competitivo y más transparente. Los que están interesados por el inmovilismo son los que encuentran que el sistema de selección del profesorado actual es más fácil, que tienen más posibilidades con él. Y también aquellos que creen que las normas actuales les dan una capacidad de decisión, de intervención y de poder sobre los que van a entrar como profesores superior a la que les puede dar el nuevo sistema.

P. ¿Se refiere a los rectores?

R. Me refiero al conjunto de sectores que creen que con el sistema actual tienen unas cotas de privilegio que no tendrían con uno más transparente. Otra de las cuestiones de fondo es el hecho de que para formar parte de los tribunales vaya a ser obligatorio tener un mínimo reconocimiento de la investigación.

P. Pero en el lado no inmovilista también hay mucha gente que está en contra de esta ley.

R. No creo que sea un tema de personas, sino de datos objetivos y de intereses objetivos, que están ahí.

P. ¿No merece la pena parar un momento y buscar el consenso, dada la situación crítica a la que se ha llegado?

R. En todas las reformas educativas, y de cualquier otro ámbito, hay un ideal: conseguir la unanimidad, el máximo consenso.

P. Pero con ésta se ha conseguido una amplia mayoría en contra.

R. Eso no es verdad. Hay gente que no se ha manifestado y otra que se ha manifestado a favor de la reforma, como la asociación de catedráticos de universidad; los 500 profesores que firmaron una carta con el profesor Gabriel Tortella; los sindicatos CSIF y USO, y muchas cosas que van llegando. Otra cosa es que algunos quieren poner sordina, y si puede ser mordaz, a este apoyo.

P. ¿A qué cree que obedecen las manifestaciones de los estudiantes y de otros colectivos como los sindicatos CC OO y UGT, los rectores y nueve partidos políticos?

R. Las manifestaciones se deben a esa pugna de intereses de los que se oponen a esta ley, que están activando a diario una desinformación deliberada.

P. ¿Por parte de quién?

R. Por parte de quien tiene interés en que las cosas se mantengan. Me ha llegado a comentar hoy un ayudante universitario que le habían dicho que para ser ayudante iba a tener que venir a Madrid a hacer una habilitación.

P. Parece el caso de una persona desinformada.

R. Pero también se dice que se va a privatizar la Universidad, restar representación a los estudiantes o que se van a bajar las becas y subir las tasas, cuando no es así.

P. Pero da la sensación de que hay un distanciamiento cada vez mayor, hasta el extremo de que el próximo día 1 se quiere hacer una macromanifestación de rechazo.

R. Se quiere hacer una macromanifestación en la que hay elementos de naturaleza política de aprovechamiento de las circunstancias. Hay que hablar sin demagogia, con todo rigor y toda serenidad, pero no hay que obviar ninguno de los elementos que están presentes en la situación.

P. ¿Cómo cuáles?

R. Hay una irresponsabilidad por parte de la oposición política, fundamentalmente del partido socialista, entre otras razones porque, aparte de las discrepancias, el debate no se debe llevar fuera de determinados terrenos.

P. Pero los socialistas argumentan que ellos han agotado todos los cauces, como el Parlamento y las reuniones con el Gobierno, para intentar cambiar la ley.

R. ¿Quiere esto decir que cada vez que haya una decisión mayoritaria en el Parlamento hay que alentar que se salga a la calle? Es un disparate, francamente.

P. El PSOE no ha convocado las manifestaciones. ¿Cree que el PSOE está alentando a salir a la calle?

R. Sí. Hay un aliento claro del PSOE para que se salga a la calle. Y es una irresponsabilidad. Han apoyado las manifestaciones, se han unido a ellas y han dicho que cambiarán la ley cuando lleguen al poder. No es una actitud responsable para el primer partido de la oposición.

P. ¿Está sufriendo el PP un desgaste entre la opinión pública por esta ley?

R. Considero que hay una parte muy importante de la opinión pública que cree que hay que hacer una reforma en la Universidad para impulsar la calidad, y que entiende las razones.

P. Una de las críticas más duras se refiere al método seguido para elaborar esta ley. Entre otras razones, porque se ha basado en consultas a profesores que no se sabe bien quiénes son y no a los portavoces de colectivos.

R. Hemos canalizado lo esencial del debate en el Consejo de Universidades. Además, hemos recibido muchos documentos con sugerencias y nos hemos reunido con los sindicatos y asociaciones de estudiantes.

P. Si había ese consenso en un principio, ¿qué ha pasado para que se haya llegado a una situación como la actual? ¿Ha hecho algo mal el ministerio?

R. Estoy segura de que el ministerio siempre lo podía haber hecho mejor, como nos puede pasar a todos. Pero también creo que hemos hecho un esfuerzo muy notable. Por ejemplo, no creo que haya un solo rector que pueda afirmar que ha tenido más posibilidades de relación, más contacto, más reuniones con cualquier otro equipo del ministerio que con éste. Ha habido unas facilidades enormes en este sentido. Pero, insisto, hay una pugna de intereses.

P. ¿Qué opina de las acusaciones de que se va a favorecer a las universidades privadas?

R. Ésa es una aclaración que quiero hacer. Entre la desinformación, en muchos casos intencionada, que se está produciendo, los estudiantes dicen que se va a favorecer a las universidades privadas, que se va a privatizar la Universidad, que se van a bajar las becas y que se van a subir las tasas. Esto no es así. A las universidades privadas se las regula porque no lo estaban y se introducen unos requisitos de garantía de calidad.

P. ¿Se va a cambiar el contenido de la ley en el Senado?

R. Sí, los ayudantes actuales no tendrán que cumplir el requisito de estar dos años fuera y podrán acabar sus cinco años de contrato. El resto de cambios tendrá que verlos el grupo parlamentario, pero las reformas que se pueden introducir son las que se encardinan en los ejes sustantivos de la ley.

P. ¿Está afectando toda esta polémica a la futura Ley de Calidad? ¿Le dará tiempo a presentar el proyecto a la Conferencia Sectorial antes de Navidad?

R. Seguimos la secuencia que nos marcamos, pero no sé si dará tiempo a presentarla antes de Navidad, porque estamos acabando de definir algunos temas del proyecto. Lo llevamos simultáneamente con la ley de universidades.

P. Aún no ha aclarado si van a poner una reválida final del bachillerato. ¿Lo van a hacer?

R. Vamos a poder discutir enseguida el proyecto de Ley de Calidad y lo veremos poco a poco.

P. ¿Se arrepiente de cómo ha llevado el proceso de la LOU?

R. Creo que lo hemos llevado con una enorme honestidad, lo seguimos llevando y lo llevaremos, tanto en esta ley como en las demás. Todo es mejorable, pero creo que desde el principio hemos jugado con una enorme limpieza. Pero lo que sí tenemos es un proyecto.

P. ¿Pensaba que era tan dura la política?

R. Nada sorprende en la vida. La política es dura y hay momentos muy duros, sobre todo por la complejidad que tienen las cosas. No puedo decir que nada me haya sorprendido, porque sería absurdo. Hay cosas que sí.

P. ¿Se ha planteado en algún momento la posibilidad de dimitir?

R. Trabajo todos los días muchas horas y muy a fondo. Es lo que hago y a lo que me voy a seguir dedicando.

Pilar del Castillo, en su despacho del Ministerio de Educación.
Pilar del Castillo, en su despacho del Ministerio de Educación.ULY MARTÍN

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