La crisis de Afganistán siembra la división en el seno de la OTAN
La crisis de Afganistán ha dividido a la OTAN, no en la filosofía pero sí en las acciones a emprender, y está quebrando el prestigio de su secretario general, George Robertson, quien desde el primer momento sostuvo la conveniencia de que la organización tuviera un protagonismo destacado y recomendó invocar, y posteriormente aplicar, como así ocurrió, el artículo quinto del Tratado de Defensa Mutua.
El Consejo Atlántico se ha reunido dos veces esta semana, pero no ha tomado ninguna decisión sobre la última de las eventuales participaciones conjuntas de los aliados en la crisis: la contribución logística a la distribución de ayuda humanitaria. Robertson quiso ya la semana pasada que los 19 socios dieran luz verde al catálogo de opciones presentado por los mandos militares con el respaldo de EE UU, Reino Unido y Canadá, sin esperar siquiera a recibir una solicitud formal de la ONU.
'Queremos estar pero aún no hemos recibido ninguna petición', confesó ayer una fuente oficial, que justificó el hecho de que el órgano político no haya tomado todavía decisión alguna a la 'fluidez de los acontecimientos'. 'Lo que podía ser un futurible hace dos o tres semanas , hoy ya ni siquiera lo es', explica la fuente.
La única opción posible a la que la Alianza Atlántica podría sumarse sería ahora la aportación de una docena de aviones de transporte estratégico para la distribución de víveres a la población afgana víctima del hambre y de la guerra. Sin embargo, puede también suceder que para cuando los países atlánticos se pronuncien ese requerimiento no sea ya tan urgente.
Ayer, EE UU echó un cable al secretario general al agradecer los cinco aviones AWACS que la organización envió a territorio norteamericano tras el 11 de septiembre y también expresó la esperanza de que la OTAN 'tenga un papel que desempeñar' en la distribución de ayuda humanitaria, según manifestó en Bruselas el general Richard Myers, recién nombrado jefe de Estado Mayor de la Defensa. Myers informó de la operación en Afganistán. Dijo también que Washington cree difícil que Osama Bin Laden pueda planificar en estos momentos otro ataque terrorista porque se encuentra en constante fuga: 'No duerme cada noche en el mismo lugar, pero no sabemos exactamente dónde se encuentra'.
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