'El desfiladero nos impidió oír los disparos'

Éste es el relato del asalto hecho por el enviado especial de TV3 a Afganistán, Eduard Sanjuán, que viajaba en el mismo convoy que los cuatro periodistas asaltados:

'Nosotros íbamos en otro vehículo. Nos íbamos adelantando sucesivamente porque todos hacíamos paradas. Julio Fuentes ha hecho una parada. Le hemos adelantado y posteriormente hemos hecho la parada nosotros, y ellos nos han adelantado, nos hemos saludado y han seguido hacia adelante.

Después de nuestra parada hemos seguido sin mayor novedad. Era una carretera sin asfaltar, un pedregal, ni siquiera se le puede denominar pista. Era un desfiladero. Todavía no habíamos empezado a subir la carretera que conduce a lo alto de las montañas desde las cuales se baja posteriormente a Kabul, pero ya la carretera se iba estrechando y había muchas curvas. Era imposible para nosotros oír los disparos por el ruido que hacían nuestras furgonetas, auténticas cafeteras, y porque el sonido tapado por las montañas del desfiladero no lo permitían.

En un momento determinado hemos visto que un coche daba la vuelta y el conductor nos decía a gritos en pastún, el idioma afgano, que girásemos y saliésemos rápido del lugar porque estaban tiroteando a los periodistas. Hemos dado la vuelta con todos los vehículos y no hemos parado hasta una hora después, que nos hemos tranquilizado, y hemos acumulado información, pero no la tenemos completa porque los conductores, el de Julio Fuentes y el de Maria Grazia Cutuli [enviada especial del Corriere della Sera] y el de los dos compañeros de Reuters volvieron directamente hacia Jalalabad a toda velocidad.

No íbamos escoltados. Sabíamos de determinados periodistas que habían llegado con seguridad a Kabul. Nosotros decidimos quedarnos un día más. Julio no tenía muy claro abandonar Jalalabad, pero a última hora nos dijo: 'Voy con vosotros', y se apuntó al convoy de Kabul'.